Montevideo, Uruguay. Con un espectáculo lleno de goles, música y fuegos artificiales, el uruguayo Diego Forlán concluyó este sábado su carrera como futbolista profesional rodeado de excompañeros y amigos.

Antes del encuentro, el ruido y el color de la pirotecnia acompañó el ingreso al campo de los protagonistas, quienes defendieron a los equipos de Uruguay y de Amigos de Diego.

Con los invitados en el campo, un show de humo marcó el ingreso de Forlán, quien portó la camiseta número 10 de la celeste.

El inicio del juego fue favorable al conjunto uruguayo, dirigido por Óscar Washington Tabárez, que se aproximó rápidamente a la portería defendida por Fabián Carini.

Apenas tres minutos después del comienzo, Suárez ingresó al área y cedió el balón al homenajeado quien, increíblemente, falló el tanto con la portería vacía ante el asombro de la tribuna.

Sin embargo, los hinchas no tardaron en poder gritar el primer gol de Forlán, quien tras convertir fue manteado por sus compañeros.

Este tanto, uno de Abreu y dos de Nicolás Lodeiro marcaron la diferencia para la celeste que se fue al descanso ganando por 4-1 a los Amigos de Forlán, que llegaron al gol gracias al argentino Maximiliano Rodríguez, compañero de ‘Cachavacha’ durante su etapa en el Atlético de Madrid.

En el entretiempo del juego, los jugadores no abandonaron el campo de juego y allí pudieron escuchar la música del conjunto uruguayo No Te Va a Gustar, que hizo vibrar las gradas del Centenario con su canción «Cielo de un solo color».

En la segunda parte, Forlán abandonó la celeste y pasó a jugar con sus amigos, equipo al que se sumó Juan Román Riquelme, quien había visto la primera parte desde el banco de suplentes.

El exjugador de Boca Juniors, quien no pudo portar su clásico dorsal, el 10, y optó por el 7, fue uno de los más aclamados por la tribuna.

Con Diego y Román juntos rememorando sus mejores tiempos en el Villarreal español, el conjunto que vistió de blanco remontó y llegó hasta la igualdad gracias a los tantos de Forlán, Diego Milito y Esteban ‘Cuchu’ Cambiasso.

Si bien los goles podrían haber sido más, estos jugadores tuvieron una enorme complicación, que fue encontrarse con Luis Suárez que se calzó los guantes de portero y mostró que en ese puesto tiene una calidad similar a la que muestra en el área contraria.

Volando de palo a palo, descolgando centros y sacando potentes disparos, el delantero del Barcelona dio un espectáculo aparte y se ganó todos los aplausos de la gente.

Con un empate 6-6 en el tanteador, el árbitro marcó el final del encuentro y dio comienzo a la última parte del espectáculo.

Allí, un gran show pirotécnico que iluminó el cielo de Montevideo y un vídeo con goles anotados por Forlán en la selección, reproducido por la pantalla gigante del estadio, despidieron al 10, quien antes de irse agradeció por los altoparlantes la presencia de la gente y de los jugadores que lo acompañaron en su homenaje.

Ahora, el exjugador del Atlético de Madrid comenzará una nueva etapa como entrenador del Peñarol, club del que es confeso hincha.

Con eso dejará atrás una enorme carrera en la que lo disfrutaron equipos como el Independiente de Argentina, el Manchester United inglés y el Inter de Milán de Italia, y en la que obtuvo el Balón de Oro en Sudáfrica 2010, el trofeo Pichichi, la Bota de Oro y el Trofeo Efe al mejor jugador iberoamericano de La Liga.

EFE

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