La ciudad de Saint-Quentin, situada en el departamento francés de Aisne (al norte, fronterizo con Bélgica) ha reportado 17 casos de intoxicaciones infantiles graves, entre ellos el de una niña que ha fallecido, y se investiga su vínculo con el consumo de carne.
Los casos se han detectado desde el pasado 12 de junio en pacientes de edades comprendidas entre 1 y 12 años, y la víctima mortal tenía 11 años, según informó el medio público Ici.
Todos fueron atendidos por diarreas sanguinolentas y ocho de ellos desarrollaron un síndrome hemolítico y urémico (SHU), que es una afección grave.
Dado que la pista más probable relaciona el origen de este brote de intoxicaciones en el consumo de carne, por el momento las autoridades han ordenado el cierre administrativo de seis carnicerías de Saint-Quentin.
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