Una encuesta del Observatorio de Gasto Público (OGP) de Cedice Libertad indica que 68% de los ciudadanos destacan que la calidad de la educación pública ha desmejorado y, por lo tanto, prefieren esforzarse por pagar una institución privada. La mayoría resalta la falta de profesores.

Este dato explica, en buena medida, la aparición -incluso, en sectores populares- de una oferta educativa privada como modelo de emprendimiento para intentar suplir el creciente deterioro de los servicios educativos del Estado, los cuales funcionan de manera parcial y con horarios restringidos.

En el segmento de bienes públicos el OGP de Cedice consultó la opinión de los ciudadanos sobre la infraestructura escolar.

El 86 % de los encuestados estimó en el mes de julio que las escuelas públicas del país tienen algún déficit en sus edificaciones, es decir, requieren alguna remodelación, reparación o mejora.

También informaron que al cierre del año escolar 2022 – 2023 sólo el 25% de las escuelas y liceos de sus comunidades recibieron alimentos para su posterior procesamiento.

Apenas 2 de cada 10 escuelas reciben apoyo público frecuente para la ejecución de reparaciones o mejoras.

Este estudio, coordinado por el investigador del OGP, Raúl Córdoba, se desarrolló con datos recaudados en el mes de julio, obtenidos de 12 Monitores distribuidos en toda Venezuela, así como encuestas a 2.300 ciudadanos y la revisión de información en 25 medios de comunicación digitales, además de tres redes sociales en simultáneo.

Encuesta Cedice: Infraestructura Hospitalaria

La red hospitalaria nacional trabaja a menos del 10% de su capacidad instalada, de acuerdo con la información recabada por el Observatorio de Gasto Público (OGP) de Cedice Libertad.

La asignación de insumos quirúrgicos y no quirúrgicos es discrecional, además.

En la red hospitalaria pública sólo se atiende entre el 10% y 20% de la demanda nacional por falta de camillas, médicos e insumos. Además, la infraestructura hospitalaria recibe poco o nulo mantenimiento.

Apenas están operativas menos de 40% de las ambulancias a escala nacional. El conocido “ruleteo” de pacientes puede incluir de 4 a 6 paradas para ser atendido en un hospital general de las ciudades.

Los servicios de oncología trabajan a menos del 30% de su capacidad instalada, atendiendo a menos del 15% de la demanda.

Las intervenciones quirúrgicas que se practican en los hospitales públicos se ejecutan con 5 técnicas poco innovadoras por falta de equipos e insumos.

Sólo el 11% de los CDI están en funcionamiento. El resto no tiene médico asignado, carece de insumos y la ubicación se usa como vivienda.

¿Llegan las Bolsas CLAP?

En la categoría del subsidio alimentario de las bolsas repartidas por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), el estudio coordinador por el economista Raúl Córdoba detectó que 78% de los ciudadanos entrevistados en julio “preferiría que se eliminen esos servicios de distribución».

La encuesta precisa que la distribución es ineficiente y discrecional. Las personas tienen «la esperanza que mejore la economía para poder comprar lo que necesiten por medio de su trabajo”.

El 62% de los encuestados asegura que no utiliza todos los alimentos que llegan en la bolsa CLAP debido a su mala calidad.

Además, el 51% de la muestra resaltó que existen irregularidades con la distribución y los insumos, aparte de que no existen canales de denuncia.

Sólo el 4% de los encuestados asegura que necesita la bolsa para subsistir, ya que ese es el único medio de alimentación con el que cuenta mensualmente.

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