La Conferencia Episcopal Venezolana se pronunció este miércoles sobre los casos de pederastia dentro de la Iglesia católica, luego de que el Washington Post relevara que, al menos en 10 casos, los religiosos no cumplieron su pena en prisión y volvieron a ajercer sus funciones en el ministerio.
«Reiteramos el compromiso de promover la dignidad de niños…así como de protegerlos y ofrecerles ambientes seguros para su desarrollo integral», expresa parte del comunicado leído por Monseñor Mario Moronta, primer vicepresidente de la CEV.
«Nos sentimos profundamente consternados y dolidos ante las situaciones de abusos que se presentan en diversas instancias de nuestro país (…) Los abusos sexuales, sin excepción, constituyen un delito y grave pecado contra la vida y la dignidad de la persona, particularmente cuando afectan a los más débiles. Lamentablemente, miembros de la iglesia han cometido estos abusos, provocando profundas heridas en la vida de las víctimas, con la consecuencia de confusión y escándalo para ellas y para el pueblo de Dios», agrega el texto.
Monseñor Mario Moronta recalca que los obispos no se oponen a las investigaciones y a la actuación de las autoridades competentes, y en ese sentido respetan las decisiones que tomen por el esclarecimiento de los hechos.
A la rueda de prensa asistió la periodista Ana Vanessa Herrero, quien llevó a cabo la investigación para el Washington Post y tuvo la oportunidad de precisar algunas interrogantes que surgieron en torno a su trabajo.
Tal es el caso del sacerdote de Lara, Luis Alberto Mosquera, quien continúa en el ministerio aun cuando fue condenado en 2006 a más de 7 años de prisión por abuso sexual contra un niño. Mosquera no cumplió la totalidad de su condena; quedó en libertad bajo régimen de presentación.
«Le puedo asegurar algo que usted no sabe y que no ha salido en ninguna información, el padre desde hace ya algún tiempo ha sido suspendido del ejercicio del ministerio y se le ha retomado su proceso, de acuerdo a las normas de la iglesia, pero no está ejerciendo», respondió Moronta, a lo que la periodista repreguntó si tiene fecha exacta desde cuándo no está ejerciendo, pues según información que maneja, en enero de este año el padre Mosquera ofreció misa en la entidad larense.
«A lo largo de este año ha sido suspendido, no puedo decirle la fecha, porque no soy obispo de Barquisimeto, pero ha sido suspendido. En todo caso, a él se le realizó todo el proceso judicial y quedó libre por haber cumplido con todas las normas», respondió.
Ana Herrero consultó otro caso en Falcón, donde el sacerdote se declaró culpable de acoso y abuso a una niña de 14 años y sigue en la iglesia.
«Desde hace ya varios meses, sosbre ese caso concretamente, se le está haciendo un proceso administrativo penal, de acuerdo a la norma de la iglesia. La información concreta no la puedo dar, pero está en el proceso penal administrativo, de acuerdo a las normas de la iglesia», adelantó Monseñor.
De igual manera, enfatizó en que los casos denunciados por el Washington Post, la responsabilidad recae en los obispos de esas entidades, de informar al Vaticano, aclarando así que no es competencia de la CEV hacerlo.
«No nos toca a nosotros tomar esas decisiones», dijo y agregó que «aconsejamos y que cada uno realice su trabajo».
«Que un sacerdote cometa abusos es lamentable, pero llama la atención que nos investiguen, pero no investiguen a otros entes, no solamente religiosos, sino profesionales, donde el número de abusos sexuales es mayor», sentenció.
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