Este viernes, China advirtió que la imposición de aranceles suplementarios del 10% a las importaciones chinas por parte de Estados Unidos «afectará gravemente al diálogo» entre ambos países en materia de control de drogas.
El gobierno chino acusó a Washington de recurrir al «chantaje» y subrayó que la presión no es la forma adecuada de resolver las diferencias entre las dos potencias, explica Banca y Negocios.
Críticas a la estrategia estadounidense
«Presión, coerción y amenazas no son el camino correcto para negociar con China. El respeto mutuo es la premisa básica», declaró Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Estas declaraciones se produjeron en respuesta al anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, quien el jueves confirmó la aplicación de nuevos gravámenes a las importaciones chinas.
Nuevos aranceles en vigor
El impuesto del 10% anunciado por Trump se suma a otro arancel similar aplicado hace un mes y entrará en vigor el próximo martes.
Además, coincide con los aranceles del 25% impuestos a México y Canadá, los cuales fueron suspendidos temporalmente hace un mes.
Estados Unidos justifica estas medidas al acusar a Canadá y México de no realizar controles eficaces en sus fronteras, y a China de albergar la producción de precursores químicos utilizados en la fabricación de drogas.
Defensa de las políticas chinas
El Ministerio de Comercio de China respondió enfáticamente, señalando que «China es uno de los países con una política antidrogas más estricta y exhaustiva del mundo».
Sin embargo, criticó que «la parte estadounidense ha ignorado siempre estos hechos». Además, advirtió que, si Estados Unidos insiste en su postura, China tomará «todas las medidas necesarias para defender sus derechos e intereses legítimos».
Impacto en las relaciones bilaterales
La escalada de tensiones comerciales entre ambas potencias no solo afecta la economía global, sino también la cooperación en áreas sensibles como el control de drogas.
China ha dejado claro que no cederá ante lo que considera tácticas de presión de los aranceles por Estados Unidos, lo que podría prolongar el conflicto y dificultar la resolución de las diferencias entre ambos países.
Esta situación refleja un nuevo capítulo en la compleja relación entre Estados Unidos y China, marcada por disputas comerciales, acusaciones mutuas y un creciente distanciamiento en temas clave de la agenda internacional.
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