El Grupo Xiungang Aeroespacial Shenyang de China ha presentado el primer tiburón ballena robot inteligente del mundo. Este innovador dispositivo, que mide 5 metros de largo y pesa 350 kilos, fue diseñado para imitar las acciones de su homólogo marino, desde sumergirse hasta flotar sobre el agua.
El diseñador de la Oficina de Investigación de Tecnología de Propulsión Submarina del Grupo, Gao Chao, ha destacado que es el pez biónico más grande que han desarrollado.
Según declaraciones recogidas por CGTN de Singapur, Chao explicó que el tiburón ballena robot «tiene siete articulaciones accionadas, y cada articulación requiere computación, comunicación y detección».
A pesar de su apariencia de escualo, este robot es un ejemplar de la ingeniería avanzada. Está equipado con cámaras ópticas y sensores de alta tecnología que le permiten realizar diversos movimientos. Además, cuenta con aplicaciones de posicionamiento GPS vía BeiDou y tecnología de localización con sonar.
Entre sus funciones iniciales se destacan el control remoto inalámbrico, el impulso biónico multiarticular y el buceo manejado por software.
El robot puede nadar a velocidades de hasta 0,7 metros por segundo y sumergirse hasta 20 metros de profundidad. La finalidad de este dispositivo es que lo utilicen para monitorear la calidad del agua y supervisar el entorno marino.
Eficiencia y protección ambiental
El equipo de desarrollo ha explicado que los tiburones ballena son superiores a los robots submarinos tradicionales en términos de eficacia, movilidad y protección ambiental.
Los mecanismos de accionamiento y las baterías del robot están instalados en compartimentos cerrados, lo que evita la contaminación del agua y reduce el riesgo de enredos con obstáculos como plantas. Además, la ballena biónica no representa una amenaza para otros peces.
El director adjunto de la Oficina de Investigación, Fang Xuelin, ha señalado que la iniciativa detrás del robot es imitar el funcionamiento del cerebro de un tiburón ballena.
«Cuando este robot trabaja bajo el agua o lleva a cabo una tarea, inevitablemente encontrará diversos obstáculos en su ruta. Fusionar la información obtenida por múltiples sensores es una dificultad técnica», explicó Xuelin.
Añadió que el cerebro de un tiburón ballena funciona como una computadora, filtrando y extrayendo información de forma sincronizada para identificar el espacio circundante.
Los robots submarinos son fundamentales para estudiar y explorar la naturaleza submarina, y este innovador tipo de robots biónicos podría ofrecer un enfoque más respetuoso con el medio ambiente.
El Grupo Xiungang ha fabricado previamente otros modelos de cuerpos biónicos, incluyendo peces de colores, marsopas y orcas, demostrando su compromiso con la inclusión de la tecnología biónica marina y los sistemas inteligentes.
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