China ha establecido una amplia red de plantas de energía en los desiertos de Tengger y Gobi, con una capacidad de producción de 600 gigavatios de electricidad, alcanzando más del 50% de la potencia total energética tanto de EEUU como de Europa.

El 50% de la red se genera a partir de un extenso campo de paneles solares conectados entre sí mediante líneas de transmisión de corriente continua de ultraalto voltaje (UHVDC). 

Este proyecto resulta fundamental para disminuir la dependencia energética del gas y petróleo importado, siendo una de las principales metas de Beijing, además de buscar superar a la competencia en Inteligencia artificial. Este último depende de chips que demandan gran cantidad de energía, los cuales podrán ser alimentados con un suministro inagotable de electricidad económica.

La colosal iniciativa, concebida por el eminente científico aeroespacial Qian Xuesen, capitaliza el vasto potencial de los recursos solares y eólicos de China y Mongolia. 

Según la Agencia de Energía de los Estados Unidos, la capacidad eléctrica total de dicho país ronda los 1.100 GW, cifra equiparable a la capacidad europea.

El mix energético en América y Europa se caracteriza por su mayor diversificación y la presencia de un sistema de red más convencional. En contraste, China se beneficia de la oportunidad de construir prácticamente desde cero, lo que podría situarlos en una posición ventajosa respecto a Occidente.

Red óptima de transmisión 

La base fundamental de la mega infraestructura radica en sus líneas de transmisión UHVDC de vanguardia, las cuales tienen la capacidad de transportar energía a largas distancias con una pérdida eléctrica baja, según aseguran los ingenieros a cargo del proyecto.

El periódico ‘South China Morning Post’ de Hong Kong destaca un avance tecnológico para mejorar la optimización energética en zonas remotas, garantizando acceso a la electricidad de manera económica y continua. Esto es fundamental para trasladar energía renovable de zonas productoras a regiones de alto consumo.

Esto conduce a una efectividad de más del 95% por gigavatiohora producido, un logro sin precedentes en la industria, según el profesor Ma Xiaowei y su grupo de la Corporación Estatal de la Red de China y la Universidad Xian Jiaotong.

El proyecto impulsa el sector manufacturero chino con energía limpia y asequible, beneficiando la economía y el medio ambiente al reducir la huella de carbono del país en la lucha contra el cambio climático.

Avance energético chino

La red eléctrica china está experimentando un rápido avance. Aunque actualmente se sustenta principalmente en el carbón, el gobierno de Pekín está llevando a cabo proyectos de ingeniería eléctrica enfocados en fuentes de energía renovable. 

Este enfoque no solo busca disminuir la dependencia de otros países, sino también abordar de manera efectiva la contaminación que aún afecta a ciudades clave en el país.

A pesar de que China todavía tiene un largo camino por recorrer para lograr la independencia energética, actualmente es el mayor productor de energía solar a nivel mundial y uno de los principales productores de energía eólica. 

Este liderazgo se refleja también en la fabricación de equipos para la generación de energía, destacándose por su control en los materiales utilizados.

Desde un punto de vista económico, la expansión de la energía renovable asequible está disminuyendo los costos de producción de bienes de consumo e industriales, lo cual otorga una ventaja competitiva en los mercados internacionales.

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