Pekín.- El Cbers-4A, montado en Brasil, fue propulsado por un cohete chino Larga Marcha-4B, y sustituirá al Cbers-4, lanzado en 2014, para mejorar la resolución de los sensores de datos remotos, según la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA).
El llamado Programa Chino-Brasileño de Satélite de Vigilancia Remota (Cbers) es un proyecto conjunto iniciado hace más de dos décadas que permitió a ambos países dominar la tecnología de vigilancia remota con cámaras y sensores para la observación de la Tierra.
El programa, que ofrece gratuitamente imágenes de satélite a diferentes países de Latinoamérica y África, es considerado el mayor programa de cooperación espacial entre países en desarrollo.
Mediante el Cbers, Brasil y China han desarrollado y lanzado hasta ahora con éxito cuatro satélites (Cbers-1, Cbers-2, Cbers-2B y Cbers-4), a los que pretendían sumar el Cbers-3, que cayó a tierra a finales de 2013 poco después de haber sido lanzado y sin haber alcanzado la órbita prevista.
El nuevo aparato está diseñado para fotografiar, rastrear y registrar actividades agrícolas, deforestación de los bosques, cambios en la vegetación, recursos hídricos y expansión urbana con una resolución muy superior a la de los anteriores satélites.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE), las tecnologías del satélite chino-brasileño son similares a las de los programas de vigilancia remota más utilizados en el mundo, como el Landsat (Estados Unidos), el Resourcesat (Índia) y el Copernicus (Unión Europea).
Brasil utiliza las imágenes de sus satélites para sus programas de fiscalización de la deforestación en la Amazonía y de detección de incendios forestales, entre otros.
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