Asunción.- Las reliquias de María Felicia de Jesús Sacramentado, conocida como «Chiquitunga», la única monja paraguaya beatificada, llegaron al aeropuerto internacional de Asunción en dos urnas que presidieron la misa oficiada en el estacionamiento, con la presencia de fieles y autoridades.
Las urnas fueron luego transportadas en un camión del cuerpo de Bomberos Voluntarios, acompañadas por una caravana de coches, al monasterio de las carmelitas descalzas, la orden a la que pertenecía la beata, fallecida en 1959, a los 34 años.
Ello después de su llegada en avión desde Roma, sobre las 05.00 hora local, que fue retransmitida por la mayoría de canales radiofónicos y televisivos.
Y tras la misa presidida frente al aeropuerto por el titular de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Adalberto Martínez, en la que tomó parte el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela.
Familiares de la monja carmelita asistieron también a la ceremonia, con muchos de los congregados portando ramos de flores, retratos de la beata y algunos banderas paraguayas.
En la misma se destacó su figura, declarada beata en marzo de 2018 por el papa Francisco, quien firmó el decreto que reconocía el milagro requerido para la beatificación.
«Chiquitunga ha sido especialmente elegida por Dios a través de diversos ministerios para su perfeccionamiento en la santidad: fue apóstol, catequista, fue maestra, fue evangelizadora y servidora incansable, tanto en la acción como en la oración», dijo en su homilía Martínez, a su vez obispo de Villarrica, la ciudad en la que nació la beata.
Asimismo, Martínez pidió por la intercesión de «Chiquitunga» para lograr la liberación de la tres personas que fueron secuestradas en el norte del país por la guerrilla y de las que se desconoce su paradero, una de ellas el expresidente del país Óscar Denis.
El papa, en carta a Valenzuela enviada a través del cardenal Pietro Parolín, transmitió un saludo de fe a los católicos paraguayos con motivo del regreso de las urnas, después de tres años en Roma, donde fueron enviadas para un proceso de conservación.
Tras la misa, las urnas fueron alzadas al camión de bomberos, que hizo el recorrido hasta el monasterio escoltado por una comitiva de motoristas de la Policía Nacional.
A la media hora las reliquias llegaron a ese templo, a unos 14 kilómetros del aeropuerto, entre aplausos y los sones de la banda de música de la Armada.
Las urnas fueron ingresadas en la capilla, junto a un retrato de la beata, y después se procedió a la interpretación del himno nacional de Paraguay.
Uno de los recipientes permanecerá en ese lugar para ser visitado por la ciudadanía, mientras que la de menor tamaño peregrinará por diferentes puntos del país.
El milagro que se atribuye a «Chiquitunga» implica a un recién nacido paraguayo en 2002 que presentó complicaciones en el parto y que estuvo 20 minutos sin signos vitales tras cortar el cordón umbilical.
La obstetra que asistió el nacimiento fue quien, con el niño en brazos, pidió la intercesión de la carmelita.
En ese sentido, el arzobispo Valenzuela comentó a los medios en el aeropuerto que está en estudio otro posible caso de intercesión de la beata en aras de que sea reconocido como milagro y se convierta en la primera santa de Paraguay.
El caso que se contempla es el del único sobreviviente de un accidente aéreo en el aeropuerto de Asunción en febrero de este año, un joven de 19 años que estuvo unos dos meses en estado crítico.
En el aparato, de la Fuerza Aérea Paraguaya, viajaban otro civil y seis militares, todos fallecidos al estrellarse la avioneta, que había partido de la localidad de Fuerte Olimpo, a unos 760 kilómetros de la capital Valenzuela explicó que la madre del joven, devota de Chiquitunga, había encomendado su protección a la beata.
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