Londres.-Más de 300 científicos y investigadores de varios campos reclaman al Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, que imponga médicas más drásticas de distanciamiento social en el Reino Unido para combatir el coronavirus, en una carta difundida este domingo.

Los firmantes, de áreas como matemáticas o genética pero no expertos en epidemiología, muestran su preocupación por la paulatina estrategia del Ejecutivo y sostienen que se evitarían más muertes si se aplicaran cuanto antes restricciones sociales masivas -como la prohibición de eventos o el cierre de escuelas-.

«Con un crecimiento sin restricciones, este brote afectará a millones de personas en las próximas semanas», lo que pondrá bajo presión al servicio nacional de salud (NHS, en inglés), dicen los signatarios.

«Consideramos insuficientes las medidas de distanciamiento social introducidas hasta ahora y creemos que deberían imponerse otras más restrictivas inmediatamente, como está sucediendo en muchos otros países del mundo», afirman.

También consideran inviable el presunto objetivo del Gobierno de conseguir un cierto grado de «inmunidad colectiva», puesto que ello requeriría muchas infecciones superadas y, entre otras cosas, generará más pacientes para el NHS.

En respuesta a la carta abierta, un portavoz del ministerio de Sanidad ha dicho que «la inmunidad colectiva» es solo un resultado natural de cualquier epidemia y «no forma parte de la estrategia del Gobierno», que se centra en «salvar vidas y proteger a los más vulnerables y a los servicios públicos».

El portavoz recordó que el Gobierno conservador ha pasado ahora de la primera fase de contención del virus a la segunda de «retraso» de su propagación, y tiene a decenas de expertos trabajando «a todas horas» que recomendarán medidas basadas «en la evidencia científica».

En otra misiva al Gobierno, más de 200 científicos del comportamiento cuestionan asimismo la idea del Ejecutivo de que, si se aplican medidas drásticas antes de tiempo, la gente «se fatiga» y eventualmente deja de cumplirlas, lo que podría coincidir con el pico de infecciones.

Los firmantes sostienen que no hay «suficientes pruebas» de que vaya a haber «fatiga» en estas extremas circunstancias y dicen que «continuar con normalidad todo el tiempo que sea posible» resta la sensación de urgencia que es necesaria para que la gente tome conciencia de la gravedad de la situación.

Ante las críticas a su estrategia, el Gobierno argumenta que, aunque las medidas drásticas de distanciamiento social «llaman la atención», tienen menos impacto en primera instancia que otras más eficaces, como lavarse bien las manos y aislar a los contagiados, y solo deben aplicarse en el momento adecuado.

El equipo médico-científico del Ejecutivo considera que es más eficaz reservar iniciativas de choque como el cierre de escuelas o comercios, que no son sostenibles durante mucho tiempo, hasta que se llegue a un punto determinado de infección, y así además se puede desarrollar inmunidad dentro de la sociedad.

De todos modos, el Gobierno planea prohibir a partir de la semana próxima los eventos multitudinarios -aunque de momento no habla de cerrar escuelas- y hoy el ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha anunciado que «en las próximas semanas» se pedirá aislar a los mayores de 70 años durante unos cuatro meses, para protegerlos del virus.

El Ejecutivo de Johnson ha indicado que publicará sus proyecciones y conclusiones para tranquilizar a la ciudadanía de que está tomando las medidas correctas, y este domingo ha puesto en marcha una campaña publicitaria para recordar a la población las medidas preventivas básicas.

Hancock dijo que el primer ministro pedirá el lunes a las empresas británicas que cambien sus líneas de producción para empezar a fabricar ventiladores médicos, a fin de suministrar al NHS, que solo cuenta con unos 5.000 tras una década de recortes.

En otra noticia sobre esta crisis, la asociación británica de comercio minorista (BRC, en inglés) ha enviado una carta abierta a los consumidores para tranquilizarles de que trabaja para garantizar el suministro de alimentos y otros productos y pedirles que no hagan acopio presa del pánico.

«Comprar más de lo que se necesita a veces significa que otros se quedan sin ello. Hay suficiente para todos si trabajamos juntos», advierten los comerciantes.

A día de hoy, ha habido en el Reino Unido 21 muertes por coronavirus, todos pacientes mayores con otras patologías, y el número de contagios confirmados es de 1.140, de 37.746 personas analizadas.

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