En Honduras mueren anualmente más de 500 personas por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, que acarrea millonarios costos asociados a la atención de patologías por el consumo de cigarrillo.
La jefa del departamento de Neumología en el Instituto Nacional Cardiopulmonar, Suyapa Sosa, dijo con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que en Honduras mueren «más de 500 personas» al año por el consumo de tabaco.
Alertó sobre el incremento del consumo de los cigarrillos electrónicos, sobre todo entre la población más joven, debido a la publicidad de las compañías de tabaco que aseguran que «no es dañino porque no tiene tabaco ni los desechos del tabaco», lo cual es «una falacia».
Los cigarrillos electrónicos «no tienen la cantidad de tabaco que tiene un cigarrillo, pero sí tienen nicotina y la nicotina es la que produce la adicción», explicó la especialista, que señaló que estos vaporizadores contienen una sustancia conocida como «beso aldehídos», que produce cáncer.
«El vapeo o humo tiene sabores y olores agradables, entonces enmascaran lo dañino que produce la nicotina, pero es igual de dañino (que el cigarrillo)», enfatizó Sosa, que advirtió de que en la próxima década el cigarrillo electrónico causará los mismo daños que el cigarrillo clásico.
Cigarrillo: Alto costo para el estado
La industria tabacalera está ganando terreno, lo cual preocupa a los médicos debido al desabastecimiento de medicamentos en los hospitales para tratar enfermedades provocadas por el tabaquismo, subrayó Sosa, que también es presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Nacional Cardiopulmonar, conocido como Hospital del Tórax, en Tegucigalpa.
El tabaco «produce trece tipos de cáncer», enfermedades cardíacas y esterilidad en hombres y mujeres, confirmó la experta, que apostilló que en Honduras, muchos jóvenes «empiezan a fumar a los 8 años».
El país centroamericano gasta más de 1.200 millones de lempiras (48,8 millones de dólares) para atender pacientes con enfermedades asociadas al consumo de tabaco, según cifras oficiales.
Sosa mencionó, por ejemplo, que diagnosticar a un paciente con cáncer de pulmón le cuesta al Estado 2.500 dólares, una cifra que casi se triplica si la persona debe ser sometida a una cirugía y puede alcanzar alrededor de 7.000 dólares.
Instó a la población a que «no fume» y sea «consciente de que el cigarrillo mata y que todos de alguna manera tenemos que estar involucrados en esta lucha para que no sea el tabaco el que gane esta batalla».
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