Los ciudadanos de Trujillo, considerada la tercera ciudad de Perú, pidieron este martes medidas radicales y normas más rígidas contra la criminalidad, un día después del atentado con explosivos perpetrado contra una sede de la Fiscalía de esta localidad.
Horas después del ataque del lunes, el Gobierno declaró que la ciudad iba a quedar bajo el control de la Policía y las Fuerzas Armadas, «con el objetivo de garantizar la seguridad de la ciudadanía», pero Trujillo amaneció en calma y una presencia mayor de la habitual de las fuerzas de seguridad.
Vecinos como Eric recordaron a EFE que durante 2024 se han ido prorrogando sucesivos estados de emergencia en Trujillo y varios puntos de la región de La Libertad, de la que es capital, por la presencia de bandas criminales, muchas vinculadas a la minería ilegal, pero que la presencia militar no ha solucionado el problema.
«Creo que es una pantalla porque ya hay estado de emergencia en La Libertad (…) Probablemente veamos un par de días militares en las calles, pero esto no va a parar, tienen que hacerse cambios diferentes y son las autoridades presentes, el Congreso y el Ejecutivo quienes tienen que hacer el cambio», dijo el joven en la Plaza de Armas de la ciudad.
Inseguridad ciudadana
Agregó que la delincuencia y la inseguridad ciudadana «se están desbordando en todo el país» y «lamentablemente las autoridades no han podido controlarlo, no han sido tan eficientes como para hacer algo».
También consideró que, como las autoridades no están cambiando la realidad, se debe hacer un cambio radical «desde el punto más alto», como cambiar el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, o el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén.
«Tenemos que seguir alzando la voz para que haya un cambio, porque, si no hacemos nada, los perjudicados somos nosotros mismos», concluyó.
Por su parte, Paul, otro ciudadano de Trujillo, expresó que cada día la ciudad está más peligrosa y las personas tienen temor de los explosivos.
Opinó que la solución no pasa por aumentar el patrullaje militar o policial, sino que deben establecerse «normas más rígidas» contra los delincuentes, los cuales, dijo que son muchas veces adolescentes captados por las bandas.
Ataque a la Fiscalía
Este lunes, el Ejecutivo condenó el ataque que dejó a dos personas heridas, serios daños materiales y que, según el Ministerio del Interior, fue «una respuesta criminal» ante la lucha que han emprendido las autoridades contra las «redes delictivas nacionales y trasnacionales».
El Gobierno también aseguró que brindará seguridad a los jueces y fiscales que persiguen a sospechosos del crimen organizado en el norte del país, además de duplicar la presencia de militares en Trujillo.
Por su parte, el comandante general de la Policía, Víctor Zanabria, informó que el presunto responsable intelectual del atentado y las amenazas a una fiscal es el cabecilla de una banda criminal que estaba preso en el penal de la ciudad de Cajamarca por extorsión y secuestro.
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