El exgeneral del ejército de Venezuela Cliver Alcalá fue condenado este lunes en un tribunal de Nueva York a más de 21 años de prisión por proporcionar material y armas de fuego a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con propósitos de narcotráfico.
El fallo determina que Alcalá, de 62 años, actuó junto con otros altos cargos venezolanos como líder y gestor del Cartel de los Soles, «abusando del pueblo venezolano y corrompiendo las instituciones legítimas de Venezuela» para facilitar la importación de toneladas de cocaína en Estados Unidos en asociación con las FARC, según un comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU.
Aparte de la pena de prisión, el venezolano fue condenado a tres años de libertad vigilada.
El exmilitar, imputado por seis cargos de narcoterrorismo, apoyo al terrorismo, contrabando de cocaína y posesión de armas, se declaró culpable a mediados de 2023 para negociar los términos de su condena, aunque rechazó asumir las acusaciones de narcotráfico.
Alcalá, oriundo de Caracas fue una figura prominente del chavismo, aunque rompió lazos con el régimen en 2013 -por motivos hasta ahora desconocidos- y en 2020 la Justicia venezolana lo acusó de liderar un plan para deponer al presidente Nicolás Maduro y asesinar a las principales figuras del Gobierno, además de presuntos delitos de traición a la patria, tráfico ilícito de armas de guerra, terrorismo y asociación.
En marzo de ese año, el exmilitar, que residía en Barranquilla (Colombia), se entregó a las autoridades de EE.UU. tras ser acusado en ese país de estar involucrado en el narcotráfico.
Ahora, el Departamento de Justicia detalla que alrededor de 2006 Alcalá aprovechó su cargo en el Ejército para impedir detenciones, dar protección y proporcionar armas de alta potencia a los miembros de las FARC, entre los que se incluyen líderes de alto rango como Luciano Marín Arango o Rodrigo Londoño Echeverri.
Además, según la sentencia, el exgeneral participó en reuniones con algunos de los mayores narcotraficantes de Latinoamérica, en las que discutió la forma en que tanto él como el cartel podrían ayudar a las FARC a distribuir cocaína.
A cambio de sus servicios en favor del grupo terrorista, Alcalá recibió millones de dólares en sobornos.
La Justicia estadounidense afirma tajante que el objetivo del cartel de los Soles era, además de enriquecer a sus miembros y aumentar su poder, «convertir la cocaína en un arma infligiendo los efectos nocivos y adictivos de la droga a los consumidores de Estados Unidos».
«Alcalá Cordones corrompió las instituciones vitales de su propio país mientras ayudaba a las FARC a inundar este país de cocaína, pero ya no. En su lugar, ahora pasará más de dos décadas en una prisión de Estados Unidos», dijo por su parte el fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams.
Además de Alcalá, Estados Unidos tiene pendiente un juicio de similares características contra el antiguo jefe de inteligencia chavista, el exgeneral Hugo «El Pollo» Carvajal, acusado de introducir cocaína en el país.
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