La Central Obrera Boliviana (COB), principal entidad sindical del país, y mineros cooperativistas reanudaron este lunes sus manifestaciones en rechazo al decreto que elimina la subvención a los combustibles, vigente por más de dos décadas. La COB sostiene una huelga indefinida con mineros estatales y federaciones de maestros, mientras más sectores se suman.
«Vemos día a día que se están sumando más sectores, que se están dando cuenta que este decreto maldito pone en venta nuestro pueblo boliviano», declaró a EFE Mario Argollo, máximo dirigente de la COB, durante una marcha en La Paz. Anunció que mujeres mineras iniciaron una huelga de hambre «hasta que se abrogue el decreto». «Me duele que mis compañeras tomen esta medida extrema para conmover y tocar el corazón de los gobernantes», agregó.
Beatriz Choque, del distrito minero de Porco (Potosí), confirmó la huelga de hambre: «Lucharemos de pie hasta el triunfo, por nuestros hijos y nietos». En Cochabamba, mineros de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin) marcharon exigiendo la abrogación. «Las movilizaciones serán indefinidas hasta las últimas consecuencias», afirmó Praxedes Castañón, ya que el Gobierno dialoga sin ceder.
La COB, exaliada de Evo Morales y Luis Arce, convocó la huelga general la semana pasada, aunque transportistas, comerciantes y muchos cooperativistas acordaron con el Ejecutivo y cesaron protestas. Las marchas paceñas enfrentan rechazo popular. Una reunión con el presidente Arce no prosperó por la exigencia sindical de abrogación previa, rechazada por el Gobierno.
El decreto 5503, vigente hace poco más de una semana, subió la gasolina un 86% y el diésel un 162%. Incluye contramedidas como elevar el salario mínimo de 2.750 a 3.300 bolivianos (395-474 USD), bonos estudiantiles y renta para adultos mayores. El Ejecutivo argumenta insostenibilidad de la subvención, que generaba escasez de un año y medio, y ahorra 10 millones de dólares diarios al Estado.
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