Vecinos y comerciantes de Unare II, en Puerto Ordaz, adyacente al colegio Fe y Alegría «Simón Rodríguez», han denunciado en reiteradas oportunidades un bote de aguas servidas que recorre sus calles.
Afectados aseguran que la situación no es nueva y que ya para ellos es difícil seguir conviviendo con los malos olores provenientes del desbordamiento.
Luis Mejías, residente de uno de los bloques de Unare II, declaró al equipo de Nueva Prensa Digital que el problema data de hace más de dos años, y en ese tiempo, según dijo, han hecho trabajos «pero a medias».
«Nosotros que vivimos cerca mantenemos nuestras ventanas cerradas, porque cuando se colapsan las aguas servidas todo empeora», mencionó el ciudadano, recalcando que las moscas y zancudos siempre se mantienen en el lugar.
Comerciantes afectados
Mejías mostró su preocupación por el riesgo que corre al vivir en esta zona, pues expresa que sus niños se han enfermado en varias oportunidades.
Los comerciantes de Unare II también manifestaron su descontento por este problema que les está generado poca afluencia de clientes.
«Hacemos un nuevo llamado a los entes regionales, en virtud de que realicen un trabajo con responsabilidad, porque pasa el tiempo y no nos atienden, los pañitos de agua tibian ya no los queremos», finalizó Mejías.
El llamado que los afectados realizaron fue directamente al alcalde del municipio Caroní, Tito Oviedo, y también a la empresa Hidrobolívar.
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