Nairobi.- Investigadores de Kenia han colocado por primera vez sensores acústicos en el lecho marino de la costa de este país de África oriental, con el fin de captar las «canciones de amor» de las ballenas que atraviesan esas aguas cada año.
Los aparatos se han instalado en la Reserva Marina de Watamu (WMU, sureste), confirmó el coordinador de proyectos de mamíferos marinos de ese espacio natural, Michael Mwang’ombe.01
Durante años, las ballenas jorobadas han migrado de la Antártida a climas más cálidos, congregándose en aguas de Kenia entre julio y agosto para parir y aparearse, antes de emprender en septiembre el regreso al continente helado.
En África del Este, las ballenas viajan hasta 4.000 kilómetros para llegar a Mozambique, Tanzania o Kenia para cuidar de sus recién nacidos.
Los intérpretes de las melodías son los machos, cuyos cantos se basan en una mezcla de repetidos bufidos, chasquidos, silbidos, gemidos, gruñidos y chillidos.
Los investigadores no están del todo seguros sobre por qué cantan las ballenas, aunque la mayoría coincide en que esas canciones guardan relación con el galanteo.
Dado que los machos cantan principalmente durante la época de apareamiento, es probable que utilicen sus «baladas» para atraer a las hembras, o quizás también para marcar territorio con el objetivo de alejar a los rivales.
«Hay mucho que aprender sobre las ballenas jorobadas y sus comunicaciones. Hasta ahora, se entiende que el canto de los machos mejora el éxito reproductivo y alcanza su punto álgido en el momento de la reproducción, por lo que es un tipo de cortejo», explicó Mwang’ombe en declaraciones recogidas por el diario «Daily Nation«.
Al igual que el sonido musical de los humanos, los cantos de las ballenas evolucionan con el tiempo. Cada año se agregan, cambian o eliminan bufidos y gemidos, que se transmiten a través de un aprendizaje social.
«Se puede comparar con el desarrollo de diferentes canciones tradicionales de Kenia. Las ballenas cantan la misma canción, aunque algunas deciden modificar las melodías, una especie de improvisación, que es específica de una zona», dijo Mwang’ombe.
Los conservacionistas marinos y los biólogos esperan que estos sonidos registrados por los sensores les ayuden a conocer los lugares de reproducción de las ballenas jorobadas en el suroeste del océano Índico.
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