El actor español Rodolfo Sancho aseguró este sábado a EFE que se marcha «tranquilo» de Tailandia, donde ha estado casi una semana para visitar a su hijo, Daniel Sancho, en prisión provisional por el asesinato del colombiano Edwin Arrieta, debido al buen trato de las autoridades.
«Estoy gratamente sorprendido, me he quedado muy tranquilo (…). Daniel está muy bien cuidado por gente tremendamente amable , que es lo que me he dado cuenta que es la gente en este país» explicó Sancho aún desde Bangkok, antes de viajar a España este sábado.
El actor, de 48 años, llegó el pasado domingo a Tailandia y visitó a su hijo en la prisión de miércoles a viernes en la isla de Samui, donde Daniel Sancho cumple prisión provisional desde el pasado 7 de agosto.
El joven, de 29 años, fue detenido el pasado 5 de agosto, cuando confesó el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, que tuvo lugar tres días antes en la isla turística de Phangan, vecina de Samui (sur de Tailandia).
Rodolfo Sancho, que viajó a Tailandia acompañado del abogado español, Marcos García Montes, reveló que ha llegado a pasar hasta cinco horas con su hijo durante las visitas diarias organizadas por la embajada de España a la prisión.
«En principio parecían que iban a ser unos horarios muy férreos, que cuando se acabara ese tiempo me iban a echar. Y para nada. Me han dejado estar mucho más tiempo con Daniel del que estaba previsto y estipulado», detalló a EFE en un conversación telefónica.
Las visitas de familiares y amigos en la prisión de Samui son de unos 15 minutos, pero las de la embajada o abogados, como en este caso, pueden extenderse de manera ilimitada, dependiendo de las autoridades del centro penitenciario.
Sancho reveló además que había podido pasar tiempo a solas con su hijo y con bastante intimidad.
«He tenido muchísima flexibilidad en ese sentido y (no he estado) nada vigilado. Han entendido que son conversaciones íntimas entre padre e hijo, también con los abogados, y han sido totalmente respetuosos», explicó.
El actor, que el pasado martes aseguró a EFE que tiene total confianza en las autoridades y la Justicia de Tailandia, reveló que su hijo está bien alimentado y cuidado en la zona hospitalaria de la prisión y que además puede practicar con sus compañeros Muay Thai (boxeo tailandés), un deporte al que es aficionado.
El joven permanecerá en esta cárcel, considerada amable y poco masificada, al menos hasta que comience el juicio en el Tribunal de Samui, que podría celebrarse a partir de finales de año.
El centro penitenciario de la isla acoge a condenados con penas máximas de 15 años, por lo que, si la sentencia como se prevé fuera más severa, tendría que ser trasladado a la prisión de Surat Thani (provincia al sur de Tailandia) o a una de máxima seguridad en Bangkok.
Durante esta semana, Sancho y el abogado en Tailandia han tenido además encuentros con la Policía y han visitado el juzgado de Samui, «para pedir información y algún documento sobre el caso» .
«He tenido menos trato con la Policía pero en todo momento han estado muy dispuestos a ayudar, han sido muy serviciales y también estoy muy tranquilo en ese sentido. En el juzgado, donde hemos ido a recoger unos papeles, ha sido una burocracia tremendamente funcional y rápida y sin ningún problema», detalló.
En relación a la estrategia para la defensa, Sancho explicó que la idea es que «se pueda trabajar en equipo entre España y Tailandia para poder ayudar a mi hijo lo máximo posible».
Sancho y sus abogados esperan ahora a que la Policía concluya su informe sobre el caso y se lo entregue a la Fiscalía, para lo que tienen hasta finales de octubre, momento a partir del cual podría fijarse la fecha del juicio.
Sancho y Arrieta, que se conocieron el año pasado a través de Instagram, habían quedado en Phangan el 2 de agosto, día en el que supuestamente tuvo lugar el asesinato y descuartizamiento del cirujano, cuyos restos han sido encontrados en varias localizaciones de la isla, incluido el mar.
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