Montevideo, Uruguay. Con Vivian García, Valentina Dorrego y Alejandra Godoy impartiendo justicia, el encuentro que disputan este lunes Urunday Universitario y Trouville en la Liga Uruguaya de baloncesto masculino pasará a la historia como el primero que tendrá a tres mujeres en el arbitraje.

Frente a esta nominación, las colegiadas se muestran felices por el nuevo reto al que se enfrentarán y esperan que este sea un espejo para que otros deportes transiten ese camino.

«Es muy gratificante. Realmente para nosotras es un gran desafío, lo hemos charlado desde el momento que tuvimos la designación. Vamos a tomarlo con la misma responsabilidad que tomamos cada partido que nos toca, pero sabemos y entendemos que tiene ese plus de que somos tres árbitras», dice García a Efe.

AMIGAS Y COMUNICACIÓN

Ellas tres son las únicas colegiadas que arbitran en la Liga Uruguaya de baloncesto masculino, lo que resalta aún más esta designación.

A la hora de hablar sobre las claves para poder llevar a cabo un buen encuentro, García subraya que una buena comunicación entre quienes integran la terna es la base de una mejor toma de decisiones.

De acuerdo con esto, indica que eso es algo que no faltará en el juego de este lunes en el que el equipo arbitral será integrado por tres profesionales que, además, son amigas.

Por esa condición, agrega que en los tiempos muertos hacen pequeñas reuniones para ajustar cosas y remarcar lo que hasta ese momento se hizo bien y también lo que se hizo mal.

«Con otras que no tenés tanta confianza cuesta más marcar un pequeño error», puntualiza.

Por otro lado, destaca que, desde que se enteraron de la designación, las tres han hablado sobre la repercusión que esta tuvo y sobre la importancia de que su desempeño ayude a normalizar la situación.

«Cuando vamos de a una en las ternas ya no resulta tan novedoso que haya un mujer», explica García. Pese a esto, cuenta que el salto de las divisiones menores a la primera, que para ella se dio 15 años atrás, conllevó también los agravios desde las tribunas, algo que ya toma como «natural».

EL BALONCESTO, UNA CUESTIÓN DE FAMILIA

Además de amigas que comparten su pasión, la árbitra cuenta que el baloncesto también es parte importante dentro de su familia, ya que sus hermanos también practicaron ese deporte.

Además, su esposo -Diego Ortiz- es árbitro profesional en Uruguay y su suegro -Ernesto Ortiz, hoy presidente del Círculo de Periodistas Deportivos del país suramericano- lo fue entre 1976 y 1986.

Por esto, el deporte no falta nunca en una casa donde si se está mirando algo en la televisión y al cambiar de canal aparece el baloncesto allí se detienen las miradas.

«Hablamos de todos los temas y el deporte nunca nos aburre, porque en realidad todos nos gustan. No nos molesta para nada», concluye García, quien es árbitra internacional desde 2011 y pitó en el Mundial de Baloncesto Femenino sub 19 de 2017 que consagró a Rusia.

Respecto de esto y luego de algunos años sin actividad fuera del país, indica que una Liga Sudamericana sería lo primero para «volver al ruedo» y señala que llegar a unos Juegos Olímpicos o a un Mundial absoluto sería un sueño que ve difícil, pero que no pierde la esperanza de poder cumplir.

Antes que eso, el primer paso será el duelo que esta noche disputarán Urunday y Trouville, en el que García, Dorrego y Godoy pasarán a la historia del deporte uruguayo.

EFE noticias

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