Desde el pasado sábado 9 de marzo, a las 11:30 am, la comunidad de Unare II, ubicada en la avenida 7, específicamente en la vereda 85, entre TV Zamora y el Colegio la Consolación, ha sido testigo de un incidente que ha dejado a todos los residentes en una situación crítica.
La explosión del único transformador funcional de la zona, donde había tres, ha generado estragos sin precedentes.
Karen de Morales, vecina de la zona, comentó a Nueva Prensa Digital que la detonación no solo quemó los cables circundantes, sino que también desencadenó un incendio que afectó incluso a vehículos estacionados en las proximidades.
«Entre los mismo vecinos nos vimos obligados a intervenir, utilizando extintores para sofocar las llamas, mientras se esperaba la llegada de los bomberos, quienes arribaron tarde, encontrando ya controlada la situación», detalló.
Asimismo, aseguró que los múltiples intentos de contacto con las autoridades pertinentes, específicamente Corpoelec, revelaron una respuesta desalentadora «deben esperar hasta que se emita una orden a la central».
Reportes a la VenApp
La afectada mencionó que a pesar de los reportes realizados a través de Venapp, la confirmación llegó de forma breve.
«Nos indicaron que no nos pueden reemplazar de forma inmediata el transformador, es decir nos están dejando en una situación de vulnerabilidad extrema», precisó.
La comunidad de Unare II se ve enfrentada a una serie de desafíos inminentes
Según los vecinos la falta de este servicio básico ha provocado la pérdida de alimentos, ha limitado el acceso del agua y ha agravado las altas temperaturas que azotan a Ciudad Guayana.
«La imposibilidad de utilizar electrodomésticos básicos, como cocinas eléctricas, sumado a la desconexión digital por la falta de Internet, nos ha sumido en una situación de urgencia y desamparo», declaró.
Llamado a las autoridades
Conscientes de que la resolución de esta crisis podría extenderse en el tiempo, la comunidad de Unare II hace un llamado a las autoridades para que, de manera inmediata, se les brinde una solución provisional que mitigue los impactos devastadores de esta contingencia.
«La solidaridad y la colaboración son fundamentales en momentos como estos, y es imperativo que atiendan nuestras necesidades mientras se gestiona la adquisición y la instalación de un nuevo transformador», puntualizó.
En medio de la incertidumbre y la angustia que embarga a todos los habitantes de Unare II, la comunidad espera con esperanza y determinación una pronta respuesta que alivie sus penurias y les devuelva la estabilidad.
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