Quito.- La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), la mayor confederación indígena del mundo, cumplió este martes 39 años de vida con un nuevo vuelco en el conflicto y división interna por su liderazgo, entre la colombiana Fany Kuiru y el ecuatoriano Tuntiak Katan.
Mientras Katan, elegido como líder en un congreso extraordinario sin aval del anterior consejo directivo, protagonizaba una ceremonia de asunción de mando en Puyo (Ecuador); Kuiru afirmaba desde Colombia que las autoridades ecuatorianas habían anulado la lista de directivos que había logrado inscribir días atrás Katan.
En un comunicado, Kuiru, que fue escogida en el congreso extraordinario organizado por el anterior consejo directivo, aseguró que la Secretaría de Desarrollo y Gestión de Pueblos y Nacionalidades de Ecuador, donde está inscrita la Coica, dejó sin efecto la resolución donde admitía la lista liderada por Katan.
«Entretanto, los actos adelantados por quien fuera irregularmente reconocido hasta ayer por el Gobierno ecuatoriano, Tuntiak Katan, carecen de validez, y su posesión y demás actos en nombre de la Coica están desprovistos ya no solamente de legitimidad, sino también de legalidad», señaló el comunicado.
Asimismo, instó a Katan a devolver los fondos y la sede en Quito de la Coica, la organización que representa a 511 pueblos indígenas repartidos en nueve países (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela).
AUTORIDADES ECUATORIANAS PIDEN SOLUCIÓN
Desde las redes sociales de la Coica que controla Kuiru se difundió incluso un «comunicado oficial» de la Secretaría de Desarrollo y Gestión de Pueblos y Nacionalidades de Ecuador fechado el lunes en Quito, donde indica que «no ejerce ningún tipo de injerencia en los procesos organizativos» de las organizaciones indígenas.
En ese sentido, el documento anunció que se dejó sin efecto la inscripción solicitada por Katan por «la inobservancia de la normativa legal aplicable» y exhortó a los representantes de los pueblos de la cuenca amazónica a superar las diferencias que existen y construir acuerdos», a los que la Secretaría estará atenta.
Mientras a Kuiru le respaldan las organizaciones nacionales indígenas de Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela y fundadores de la Coica como el peruano Evaristo Nugkuag y el ecuatoriano Valerio Grefa, Katan tiene el apoyo de las federaciones nacionales de Brasil, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa y Surinam.
SEIS MESES DE CONFLICTO
El conflicto viene desde el undécimo congreso ordinario de la Coica, celebrado el pasado septiembre en Lima, donde se decidió postergar las elecciones del nuevo consejo de gobierno tras abandonar el pleno los delegados de Brasil, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa y Surinam.
Pese a contar con el quórum suficiente, el congreso aprobó aplazar las elecciones y realizarlas en un congreso extraordinario a celebrarse en el plazo de tres meses a un año, una vez superadas las diferencias entre federaciones.
Durante ese tiempo, seguiría en funciones el consejo directivo que lideraba el venezolano Gregorio Díaz Mirabal.
DOS CONGRESOS PARALELOS
Sin embargo, antes de cumplirse el plazo estipulado, se celebró en noviembre un congreso extraordinario en Surinam donde fue elegido Katan como líder.
Esa reunión es calificada por Kuiru de irregular al argumentar una convocatoria ilegítima, participantes sin debida acreditación y delegaciones suspendidas para votación por el congreso de Lima.
La colombiana, de la etnia huitoto, fue designada como la primera mujer electa para dirigir la Coica en el congreso extraordinario celebrado a finales de enero en Quito.
Tuntiak Katan, en la simbólica ceremonia de posesión de su consejo directivo celebrada en la sede de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confenaie), ubicada en Puyo, consideró que fue elegido de manera legítima en Surinam y prometió alzar la voz de los indígenas a nivel internacional.
Katan, de etnia shuar, aseguró que «la casa de la Coica estará abierta para todas las nacionalidades de los nueve países» y señaló que uno de sus objetivos políticos será lograr la creación de una universidad internacional indígena.
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