Washington.- El Senado estadounidense confirmó este jueves el nombramiento como nuevo director de la Inteligencia Nacional del congresista republicano por Texas John Ratcliffe, quien retiró el año pasado su postulación al cargo debido a la fuerte oposición que había despertado, pese a lo que el presidente Donald Trump lo volvió a designar.
La confirmación de Ratcliffe, que reemplaza en el puesto al almirante Joseph Maguire, destituido por Trump en febrero pasado tras estar al frente de la Inteligencia Nacional de manera interina menos de medio año, se produjo por 49 votos a favor y 44 en contra, lo que refleja la gran división que despertó su nombramiento.
Pese al mayor número de votos en contra en la confirmación legislativa de un responsable de la Inteligencia Nacional en quince años, Ratcliffe encabezará el departamento creado en 2004, que tiene un presupuesto de 60.000 millones de dólares y que engloba a diecisiete organismos de inteligencia de Estados Unidos.
Ratcliffe, de 54 años, ya había sido nominado por Trump para el cargo en julio de 2019, pero decidió retirar su candidatura días después tras enfrentar muchas críticas tanto opositoras como oficialistas por su falta de experiencia en el campo de la Inteligencia.
Las criticas demócratas, además, respondían al trato inusualmente duro que dio al investigador independiente de la llamada trama rusa Robert Mueller en su comparecencia en el Congreso, lo que, sin embargo, lo convirtió a los ojos de Trump en un aliado fiel.
«¡John es un hombre excepcional de gran talento!», escribió Trump en su cuenta de Twitter el pasado 28 de febrero, al anunciar su designación de nuevo al cargo.
Trump ha chocado con las agencias de Inteligencia desde que llegó al poder por sus conclusiones de que el Kremlin interfirió en las elecciones de 2016 en su favor.
El presidente estadounidense eligió a Ratcliffe por primera vez para sustituir al que fue su primer director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, al que despidió tras mantener desencuentros precisamente por el manejo de la llamada trama rusa y por sostener abiertamente que Moscú intentara influir en las elecciones, una teoría con la que el mandatario no comulga pese a los informes de espionaje que así lo indican.
Su sustituto, Maguire, se vio salpicado por la filtración de la llamada de Trump con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que derivó en el juicio político al que fue sometido el mandatario a principios de este año, pero fue destituido después de que agentes bajo su control informasen al Congreso de que el Kremlin estaba interfiriendo de nuevo en las elecciones.
Tras su confirmación, Ratcliffe despachará regularmente con un Trump, que se ha convertido en uno de los presidentes de EE.UU. más críticos con los cuerpos de Inteligencia de la historia.
EFE
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