Washington.- La confusión y el suspenso se apoderaron este viernes del proceso de juicio político al presidente de EE.UU., Donald Trump, con versiones contradictorias acerca del momento de la votación final y acusaciones de los demócratas de «encubrimiento» por la negativa de los republicanos a escuchar a nuevos testigos.

Esta tarde está prevista la votación en el Senado sobre si se cita o no a nuevos testigos, entre ellos el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton.

Los demócratas, que tienen 47 votos en el Senado frente a 53 de los republicanos, necesitan por lo menos cuatro votos oficialistas para prolongar el proceso con testigos.

En las últimas horas, la atención se ha centrado en cuatro republicanos, Susan Collins, Mitt Romney, Lamar Alexander y Lisa Murkowski.

Hasta el momento, Collins y Romney ya han apuntado que romperán con la mayoría republicana y que votarán a favor de escuchar a nuevos testigos; mientras que Lamar Alexander señaló este jueves que lo haría en contra.

Queda por decidirse Murkowski, que de decantarse por la citación de nuevos testigos dejaría la votación en empate de 50-50 (asumiendo que todos los demócratas votan a favor), sin la mayoría necesaria.

La sesión en el Senado comenzará este viernes hacia las 13.00 (18.00 GMT) con dos horas de argumentos finales tanto para la acusación de Trump como para sus abogados, por lo que el voto sobre testigos podría aplazarse hasta las 17.00 (22.00 GMT) si la defensa utiliza todo el tiempo que tiene disponible, algo poco probable.

«Sé cual será el resultado. Creo que (Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado) quiere finalizar esto sin un juicio en algún momento en la oscuridad de la noche», afirmó el senador demócrata, Dick Durbin.

Por su lado, el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, criticó la táctica de los republicanos en contra de la comparecencia de nuevos testigos como «el mayor encubrimiento en la historia del país desde el Watergate», en referencia al escándalo político que acabó con la dimisión del presidente Richard Nixon.

Los demócratas deben tener en cuenta, además, el posible impacto que tendría prolongar el juicio político en la campaña para los «caucus» (primarias) que se celebran el próximo lunes en Iowa, y a los que concurren cuatro miembros de su partido en el Senado: Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Amy Klobuchar y Michael Bennett.

El voto exprés marcaría un fuerte contraste con el último juicio político de EE.UU., el celebrado en 1999 contra el entonces presidente Bill Clinton, en el que el Senado convocó testigos y luego deliberó durante tres días a puerta cerrada antes de pronunciarse sobre si el mandatario era culpable.

Para añadir complejidad y desconcierto, en las últimas horas ha comenzado a extenderse otro escenario, y es que se prolongue el juicio hasta la próxima semana, presumiblemente hasta el miércoles, ya que además de los «caucus» de Iowa, el martes Trump tiene previsto dirigirse al Congreso en su tradicional discurso anual sobre el Estado de la Unión.

 

EFE

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