El conservador Partido Popular (PP) gobernará en minoría en las cinco regiones en las que lo hacía en coalición con la formación ultraderechista Vox, que ayer anunció la ruptura de los pactos de Gobierno en estas comunidades y hoy sus vicepresidentes presentaron la dimisión de sus cargos.
Vox cumplió ayer su amenaza de romper estos acuerdos en Castilla y León, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana y Extremadura, así como el de investidura en las Islas Baleares, por el voto a favor del PP a un pacto con el Gobierno central del socialista Pedro Sánchez para reubicar a 400 menores migrantes, que se encuentran en las Islas Canarias, una región cuyo sistema de asistencia se encuentra desbordado.
Así, los vicepresidentes de las regiones de Castilla y León, Aragón y Murcia presentaron su renuncia a lo largo de esta mañana, mientras que el de la Comunidad Valenciana fue cesado anoche poco después del anuncio de Vox. En el caso de Extremadura, la otra región donde tenían acuerdo de Gobierno, el único consejero de ultraderecha que estaba en el Ejecutivo anunció su salida de la formación y permanecerá en el cargo junto al PP.
Tras conocerse las dimisiones y ceses de vicepresidentes y consejeros, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, garantizó la continuidad en minoría de los gobiernos de su partido y pidió al líder de Vox, Santiago Abascal, que «no entorpezca» la gobernabilidad en estas regiones.
Feijóo cargó con dureza contra Abascal, al que acusó de imponer la ruptura tras un «chantaje» con la acogida de menores no acompañados que el PP – recalcó – no acepta.
«No han medido la decisión, se han pasado de frenada y han descarrilado», dijo Feijóo sobre esta salida que deja ahora a Vox fuera de todos los gobiernos regionales y que por el momento no afecta a los presidentes de los Parlamentos de esas comunidades ni a los ayuntamientos en los que ambas formaciones gobiernan juntas.
Feijóo defendió que la formación de Santiago Abascal ha sido la que ha cambiado de postura, por sus socios europeos -al pasarse al grupo de Víktor Orbán en el Parlamento Europeo- y por sus «preocupaciones electorales», en una alusión velada al ascenso en los comicios europeos del partido Se acabó la fiesta del ultra Alvise Pérez.
El primero en tomar medidas tras el anuncio de ruptura fue el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, quien apenas terminó el anuncio de Vox anoche, cesó al vicepresidente Vicente Barrera y a otros dos consejeros de la formación ultra.
En Castilla y León, el presidente Alfonso Fernández Mañueco (PP) cesó a los consejeros de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y de Industria, Comercio y Empleo, pero sin embargo mantiene al de Cultura, Turismo y Deporte, un perfil independiente, por contar con su «confianza personal».
En Aragón, su presidente regional, el conservador Jorge Azcón, anunció la reestructuración de su ejecutivo, tras la salida de los dos consejeros de Vox.
El Gobierno emplaza al PP a romper las políticas aprobadas con Vox
El Gobierno de Pedro Sánchez celebró la salida de Vox de los cinco gobiernos autonómicos y emplazó a los populares a dar un paso y romper las políticas aprobadas con la formación de Santiago Abascal, así como a aceptar el reparto de menores migrantes por ley, y no solo de manera voluntaria que es lo acordado hasta ahora.
La decisión de Vox fue recibida con alegría y satisfacción por el propio Sánchez y por miembros de su Ejecutivo, quienes lamentaron, no obstante, que no haya sido a iniciativa del PP.
«España es hoy un país mejor, y, por tanto, no puedo ocultar mi alegría y mi felicidad (…) bien está lo que bien acaba», dijo el presidente del Gobierno el jueves en una rueda de prensa en Washington, donde viajó para participar en la cumbre de la OTAN.
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