La reconocida actriz venezolana, Crisol Carabal, ha compartido en una reciente entrevista una reveladora historia sobre su lucha contra un tumor cerebral y cómo esta experiencia transformó por completo su perspectiva de la vida.
En 1997, en el pico de su carrera, Carabal recibió un diagnóstico que la obligó a enfrentar su mortalidad: un tumor cerebral. La noticia la tomó por sorpresa, sumida como estaba en el ajetreo de la industria del entretenimiento y con un ego inflado. «Yo me estaba llevando por el momento», confesó la actriz.
La cirugía y el posterior tratamiento fueron un duro golpe para su vanidad. La pérdida del cabello, la cicatriz en la cabeza y la prohibición de experimentar emociones fuertes fueron desafíos que la obligaron a replantearse sus prioridades. «En el momento no asimilaba lo que me decía, yo vine a asumir lo que me estaba pasando cuando me quité la venda y no tenía cabello», recordó.
A pesar del dolor y la incertidumbre, Carabal encontró consuelo en la solidaridad de sus seres queridos y en su fe. La devoción de su hermano al Nazareno la inspiró a buscar un significado más profundo en la vida. «No hay nada más valioso que el estar sano», afirmó.
La experiencia de enfrentar la muerte de cerca le permitió a Carabal valorar lo verdaderamente importante: la salud, la familia y las relaciones humanas. «Ahora aprecio más lo que soy», aseguró.
La actriz también reflexionó sobre las posibles causas de su enfermedad, sugiriendo que una serie de «caídas pequeñas» a lo largo de su vida podrían haber contribuido al desarrollo del tumor. Sin embargo, destacó la importancia de mantener una actitud positiva y de buscar distracciones para superar momentos difíciles.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!