Shakira
Fotografía de archivo de una exposición sobre Shakira en el Museo de los Grammy de Los Ángeles (EEUU). EFE/ Guillermo Azábal

Corría 1991 cuando Shakira aún era una desconocida y su tío, que buscaba representante en España, entregó a un agente de espectáculos de Barcelona un casete promocional de la cantante colombiana. Dijo que no le interesaba la artista, pero guardó esta «joya» musical.

Por aquel entonces, Jaume Estruch, hoy director de la agencia de artistas Barcelona Animació, tenía su oficina de representación en el barrio barcelonés de Guinardó, en el mismo edificio que estaba el tío de Shakira.

«Un día mi vecino bajó a verme al despacho para decirme que su sobrina era cantante en Colombia y estaba buscando representante en España. Amablemente, le dije que no me interesaba, pero me quedé con el casete».

La cinta -de la marca TDK y una carátula en la que la artista aparece apoyada en un árbol- contiene nueve canciones del álbum «Magia», cuando tenía 14 años, e incluye temas compuestos por ella como «Sueños», «Cazador de amor», «Gafas oscuras» o «Necesito de ti».

Aunque la ha conservado durante 30 años, en los que la colombiana se ha convertido en una estrella mundial, ahora se ha decidido a vender el casete en el portal Todocoleccion.net.

«Me gusta Shakira, pero no soy fan, y seguro que hay alguno al que le puede interesar», explica Estruch. El precio que le ha puesto es de 1.200 euros (1.300 dólares).

No vio claro el negocio

Este representante artístico tenía 31 años cuando dejó pasar la oportunidad de promover la carrera de una adolescente Shakira en España. «Son cosas que pasan, una anécdota en el camino», asegura, aunque admite que a veces ha pensado que «igual podía estar ahí» con ella.

La empresa de Estruch era «conocida» en Barcelona, ciudad que se encontraba en aquel momento en «pleno apogeo» previo a los Juegos Olímpicos de 1992, pero cree que el tío de la cantante le visitó simplemente «por cercanía».

Ella «era muy jovencita y colombiana, no lo vi nada claro (el negocio)», justifica el empresario.

Recuerda que ese año, aprovechando el tirón del tema «Ojalá que llueva café», del dominicano Juan Luis Guerra, sí llevó a España una orquesta cubana, que estuvo de gira durante seis meses interpretando temas de este artista, además del panameño Rubén Blades y la cubana Celia Cruz.

Aquel disco no tuvo éxito comercial

La visita del tío de Shakira a su oficina se produjo en «una época en la que Sony sacó el disco en Colombia y, al ver que no funcionaba, sus padres empezaron a mover las cosas», comenta el agente artístico.

Aquel álbum de debut fue «desastroso», pues se vendieron pocas unidades; entonces «no hacía los gorgoritos» que la caracterizan, pero la artista siguió intentándolo y «otro mánager le dijo que cambiara el registro», explica.

Estruch y su esposa no le dieron «más importancia» a la visita de su vecino, que recuerdan vagamente, hasta que al cabo de los años la artista comenzó a tener éxito y se percataron de que la voz grabada en aquel casete casi olvidado era la de la misma Shakira.

Varios años después de recibir la cinta, la cantante natural de Barranquilla publicó su tercer disco («Pies descalzos», 1996), que funcionó bien en toda América Latina y supuso el arranque de una exitosa carrera musical que hoy continúa.

Estruch, por su parte, ha seguido trabajando de representante artístico y organizador de espectáculos; tiene actualmente oficinas en Barcelona y en Andorra.

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