Cuba comienza la semana con apagones en el 15 % de su territorio, según las previsiones publicadas por la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
La semana anterior se elevaron los índices de afectación y déficit del servicio eléctrico, luego de varios días notificando bajos niveles.
El déficit de energía volvió a aumentar a partir de finales de febrero después de las cuatro fallas reportadas en la red eléctrica nacional que dejaron sin servicio a más de la mitad del país.
Sin embargo, no llegó a los niveles del año pasado cuando alcanzaron el 50 % de averías en varias localidades.
Los cálculos de la UNE para la jornada parten de una capacidad de generación eléctrica de 2.395 megavatios (MW) y una demanda máxima de 2.750 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- alcanzará los 355 MW y la afectación -lo que se desconectará realmente- ascenderá a 425 MW.
El sistema eléctrico nacional atraviesa una situación precaria con casi todas sus centrales termoeléctricas terrestres con más de 30 años de uso, la falta de inversiones y el déficit de combustible.
Ese panorama influye negativamente en la crisis económica que afecta el país, agravada en los últimos años, y genera descontento social.
El Gobierno cubano programó tareas de mantenimiento en los primeros meses del año para afrontar en mejores condiciones julio y agosto, el período de mayor demanda.
También alquiló ocho plantas eléctricas flotantes para generar energía en un intento por paliar la situación.
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