«Si no sabes qué hacer, pasa el balón a Suárez», solían decir en el vestuario «neroazzurro».
Luisito nació el 5 de mayo de 1935 en La Coruña y, aunque podía haber trabajado en la carnicería que regentaban sus padres en la Avenida de Hércules, él prefirió ponerse las botas y empezar a correr detrás del balón.
La pasión por el fútbol nació en aquellos días de recreo en el Colegio de los Salesianos coruñés hasta que en 1945 se integró en el equipo de la Acción Católica de Santo Tomás, con el que jugó un torneo infantil organizado por el Real Club Deportivo de La Coruña.
En 1946 realizó las pruebas con el técnico Alejandro Scopelli que le llevaron a ingresar en el Deportivo, aunque fue cedido al Fabril, en la categoría regional, a las órdenes de Rodrigo Vizoso.
Sin embargo, en 1953, con 18 años, regresó al Deportivo y debutó en Primera División contra el Barcelona. Jugó 17 encuentros oficiales y dio ya muestras de su gran talento.
Tal es así que a finales de abril de 1954 fue traspasado al Barcelona con Josep Samitier como técnico. Allí jugó siete temporadas y conquistó dos títulos ligueros.
Y en 1957 debutó en la selección nacional en el Santiago Bernabeu, convirtiéndose en uno de los valedores del recordado triunfo de la Eurocopa 1964.
El Balón de Oro llegó en 1960, vistiendo la camiseta blaugrana e imponiéndose en la votación a Ferenk Puskás. Su racha continuaría, ya que en la edición siguiente quedó segundo.
El futbolista se convirtió en el primer español en ganar un Balón de Oro, en 1960, una gesta que no se repetiría hasta que Alexia Putellas se hiciera en el fútbol femenino con sus dos esferas doradas en 2021 y 2022.
«El arquitecto», como le apodó Alfredo Di Stefano, fue traspasado en 1961 al Inter de Milán -el primer español en militar en el club italiano-, fichado por su entonces técnico, el argentino Helenio Herrera, que procedía del Barcelona.
En la ciudad italiana contribuyó a crear la leyenda del «Grande Inter», el periodo histórico del «calcio» en el que el club devino en uno de los mejores del mundo.
Con el Inter se proclamó campeón de Europa en dos ocasiones, en 1964 frente al Real Madrid (3-1) y en la siguiente edición ante el Benfica (1-0). Ganó dos Intercontinentales (1964 y 1965), ambas ante el Independiente argentino.
Mientras, se encargó de que el Inter sumara tres «Scudetti» más a su vitrina (1963, 1965 y 1966).
En 1970 dejó el Inter, en el que jugó un total de 328 encuentros y marcó 54 goles, y se comprometió con el Sampdoria de Génova, en el que jugó hasta 1973, año en el que dejó el fútbol como jugador.
Emprendió entonces otra carrera como entrenador en su Inter, entre otros equipos, pues también volvió como técnico al Depor que le vio nacer en la temporada 1978/1979.
En 1980 fue contratado como entrenador por la Federación Española de Fútbol, donde se hizo cargo de las selecciones inferiores, con la que se proclamó campeón de Europa Sub’21 el 29 de octubre de 1986.
El 9 de septiembre de 1988 sucedió a Miguel Muñoz al frente de la selección española absoluta, con el objetivo de clasificarla para el Mundial de Italia’90, en cuya fase final el equipo llegó a octavos de final.
Pese a tener contrato con la Federación hasta la temporada 1993-94, desde finales de 1990 arreciaron las críticas por los malos resultados, con derrotas frente a Checoslovaquia y Francia en partidos para la Eurocopa de 1992, por lo que fue destituido el 29 de abril de 1991.
Dirigió a la selección en 26 encuentros, de ellos 14 victorias y 8 derrotas.
En 2001 fue laureado en España con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo.
El futbolista, no obstante, hizo de Milán su ciudad, comprándose allí una casa para pasar el final de sus días. Su última esposa, Valentina, murió hace tres años y tiene un hijo fruto de un matrimonio anterior, que vive en Madrid y es biólogo.
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