Viena, Austria. Salomón Rondón, delantero del Everton inglés, demostró una vez más su absoluto compromiso con la selección de Venezuela y con su propio padre, fallecido dos días antes del partido amistoso de la Vinotinto contra Islandia.
Como compromiso con su progenitor, como homenaje, Rondón se quedó con su selección y participó en el choque amistoso disputado en el estadio BSFZ-Arena de Viena. Llevó incluso el brazalete de capitán como tributo por parte de sus compañeros en estos momentos difíciles.
Su súper héroe
«Mi superhéroe sin capa, el que nunca jugó al fútbol pero lo vivió como si jugara. Mi viejo, una de las dos razones por las que hoy en día soy futbolista, una de las dos personas que siempre apostaron por mí, el que me enseñó a pegarle con la izquierda cuando él nunca pateó una pelota. Un visionario, un sabio y mi crítico más sincero», publicó Rondón en sus redes sociales.
«Papito mío, cualquier línea que escriba se queda corta para decirte lo mucho que te amo y te amaré por toda la eternidad. Todo lo que vivimos quedará para siempre en mi memoria. Gracias por enseñarme a ser un buen hijo, un buen hermano, un buen papá y un buen esposo».
«El hombre que soy hoy en día es gracias a mis viejos. Gracias por los consejos, gracias por las enseñanzas y gracias por las vivencias. Mi bigotón eterno, siempre vivirás en mi memoria», señaló.
Anécdotas de su primer viaje a Europa
«Bigotón, gracias a ti jugué en Europa. Recuerdo cuando no me quería ir porque me iba solo y tenía miedo con 17 añitos, pero tú me dijiste ‘vete tú primero, que nosotros luego te alcanzamos’. Mi vieja te dijo ‘Rafa, si no se quiere ir que no vaya’. Y tú dijiste ‘Maita, Salomón se va y punto’. Recuerdo un silencio en el carro profundo, camino al aeropuerto, pero tú lo reventaste llorando porque me iba. Mira tú, el profesor de Química haciendo experimentos conmigo. No se equivocó», recordó el máximo goleador histórico de la selección venezolana.
«Siempre serás mi ídolo eterno, papito. Escribiría miles de cosas más, pero me las quedo para mí. A mi vieja hermosa, mamita linda, mi mujer maravilla, mi guerrera, mi leona: nos toca seguir remando, han sido años difíciles. Papito mío, cuídanos como siempre. Mamita no se queda sola. Te amo, bigotón», concluyó Rondón.
EFE deportes
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