Nueva Delhi.- Las autoridades municipales de Nueva Delhi demolieron este miércoles decenas de tiendas y estructuras en un norteño barrio de la capital, como respuesta a un nuevo brote de violencia interreligiosa el pasado fin de semana mientras se celebraba un festival hindú.

La demolición tuvo lugar pese a la consternación de los habitantes de la zona predominantemente musulmana del barrio delhí de Jahagirpuri, que asistieron impotentes a la destrucción de numerosas construcciones supuestamente ilegales incluyendo una parte de la entrada a una mezquita.

Todo ello ante una fuerte presencia de cientos de policías y miembros de las fuerzas de seguridad.

CASTIGO CONTRA LA MINORÍA MUSULMANA

«Esto solo está ocurriendo en torno a la zona de la mezquita y en ningún otro lugar. Están diciendo que lo harán en todas partes, pero no es así en absoluto, solo quieren mandar un mensaje y molestar a los musulmanes», dijo a Efe Muhammad Ismail, uno de los habitantes del barrio.

La zona fue escenario el pasado sábado de violencia entre miembros de la mayoría hindú y la minoría musulmana, al paso de una procesión en honor al dios mono Hanuman frente a la mezquita de Jahagirpuri.

La Policía afirmó un día después que los choques dejaron nueve heridos, y han arrestado a decenas de personas a las que acusan de haber provocado la violencia.

La televisión delhí NDTV mostró imágenes tomadas de las redes sociales de decenas de hombres participantes en la procesión con motivo del nacimiento del dios hindú, algunos de ellos armados con espadas y palos y portando banderas hinduistas del color sagrado azafrán, a su paso frente a la mezquita.

Otros vídeos difundidos en las redes sociales muestran a un hombre, supuestamente musulmán y que ha sido detenido por la Policía, blandiendo una pistola durante los choques mientras otros hombres lanzaban piedras.

ACUSACIONES CRUZADAS

Muhammad Rahman, mientras observaba la destrucción de estructuras tras una verja, culpó de la violencia al partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) del primer ministro, Narendra Modi, y al RSS, la organización extremista considerada como el «padre» ideológico de dicha formación.

«Vivo en Jahangirpuri desde hace 46 años, desde 1976, y nunca ha habido un problema de enemistad entre hindúes y musulmanes. Es la gente del BJP y del RSS la que organizó una procesión con espadas desenvainadas y ahora culpa a los musulmanes», lamentó.

El BJP defiende por su parte que fueron «alborotadores» de la zona los que comenzaron a lanzar piedras contra la procesión hindú, una controversia rápidamente politizada en una región gobernada por el opositor Partido Aam Aadmi (AAP, Partido del Hombre Común).

«Los alborotadores que lanzaron piedras contra la procesión de Jahangirpuri están siendo protegidos por un parlamentario del AAP», lanzó en Twitter el jefe del BJP en Nueva Delhi, Adesh Gupta.

Gupta afirmó haber escrito una carta al alcalde de la corporación municipal que gobierna la zona norte de la capital, un organismo controlado por el BJP, para «identificar las construcciones ilegales de los alborotadores y demolerlas inmediatamente».

Las excavadoras continuaron derribando estructuras varias horas después de que el Tribunal Supremo ordenase detener la demolición, antes de ser finalmente paralizada por las autoridades.

Las demoliciones tuvieron lugar en medio de un clima de crecientes tensiones entre hindúes y musulmanes en la India, tras choques en varios estados como el occidental Gujarat o el central Madhya Pradesh durante las celebraciones de un festival religioso hindú conocido como Ram Navami, que marca el nacimiento del dios hindú Ram.

La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado de manera insistente la «discriminación sistemática» a través de leyes y otras acciones contra las minorías en la India, especialmente contra los musulmanes.

David Asta Alares EFE

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store