Ciudad Guayana.- La educación en Venezuela pasa por momentos críticos, actualmente agredida por el vandalismo que azota a todo el país y que tocó los pasillos, aulas, bibliotecas, estacionamientos y todas las instalaciones internas y externas de diversas universidades públicas.
En el estado Bolívar, la Universidad de Oriente (UDO) la casa que vence las sombras, fue víctima del vandalismo al igual que sus otras sedes en Sucre, Monagas y Anzoátegui.
Ante el desplome de estas casas de estudios y las consecuencias que tiene en su población estudiantil, el doctor Hugo Lezama, egresado de la UDO Bolívar y actual secretario general del Colegio de Médicos seccional Ciudad Guayana, presenta un análisis actual de la situación.
Internos UDO
El doctor Hugo Lezama destaca que como médico y gremialista comprometido por el país, surge una preocupación con respecto a la formación y graduación de los internos de pregrado de medicina de la Universidad de Oriente núcleo Bolívar, por cuanto están muy cerca de obtener un título universitario de médicos, sin embargo actualmente están “paralizados” debido a la amenaza que representa el Covid 19.
Ante este escenario señala que es necesario que este grupo de “médicos que aún no lo son”, debieran ser incorporados a los hospitales y al resto de la red ambulatoria de salud, para que culminen sus pasantías y puedan ofrecer sus conocimientos en estos momentos de pandemia y así terminar de cumplir un requisito exigido para obtener sus títulos universitarios.
“ Las universidades y en especial la UDO, deben hacer un análisis que favorezca a estos casi médicos y no truncarles esas ganas que tienen estos jóvenes de colaborar a través de su fuerza de trabajo y formación en este momento crítico de nuestro país”.
Destaca que la situación que vivimos actualmente así lo exige, en momentos de guerra así se hace, y lo que estamos viviendo actualmente no son precisamente momentos de paz.
Las salas donde están los pacientes con Covid 19, están custodiadas también por militares, sin percatarse que esas son salas donde deben cumplirse normas de asepsia y antisepsia y deben penetrar las personas vestidos con trajes especiales, sin embargo lo vemos con trajes de campaña.
Es necesario echar mano a todos los recursos validos que tengamos, y esto pasa por procurarnos una pléyade de profesionales bien preparados, que si los hay, y adecuar todas las estructuras e infraestructuras que nos permitan enfrentar esta situación que se nos avecina. Hago un llamado a que reflexionemos, analicemos y busquemos salidas que nos favorezcan a todos, dijo.
De la Universidad de Oriente han surgido y siguen surgiendo profesionales de alta calidad que no tienen nada que envidiarle a los egresados de otras universidades tradicionales del país ni de otras universidades del mundo, pues muchos de nuestros profesionales son muy tomados en cuenta por su excelente formación y profesionalismo.
¿Qué opina sobre los médicos cubanos?
Para el doctor Lezama una vez llegada la revolución bolivariana se comenzó a sentir como se despreciaban a los profesionales egresados de las universidades tradicionales, especialmente ese desprecio fue dirigido hacia los médicos y comenzó la promoción política de la medicina cubana, haciéndole ver a la población crédula y fanatizada que los cubanos, eran mejores que los venezolanos, “siempre he visto esto como traición a la patria”.
A los médicos nos tocó soportar el desprecio de las personas a las que siempre habíamos atendido con cariño y profesionalismo, quienes se creyeron esta falacia, de allí que en su momento tuvimos que etiquetarnos en nuestras batas de médicos, en zona visible, una chapa que rezaba lo siguiente: “Orgullosos de ser Médicos Venezolanos”.
En esos momentos tuvimos que recordarle a la gente de que éramos venezolanos, graduados en nuestras universidades, y que por ende estábamos orgullosos de ser lo que éramos, médicos venezolanos no cubanos.
¿Ante ese escenario, cree usted que satanizaron la profesión?
Sí. Fuimos satanizados, catalogados como mercantilistas, como mercenarios de la medicina, que nos aprovechábamos del dolor humano para supuestamente enriquecernos.
Nada más lejos de la realidad, pero así se les vendió a la población y así lo compraron. Mientras tanto el que decía que ser rico es malo se llenó los bolsillos él y sus adláteres con el erario nacional, ese erario que nos permitió a los que veníamos del pueblo obtener un título universitario gracias a nuestro esfuerzo, sin que nadie nos lo regalara, por mérito propio.
¿Cómo es la formación de los médicos de las misiones?
Este gobierno a través de las misiones utiliza una metodología académica no aprobada por las sociedades médicas, en un tiempo relativamente corto, y sin mucho esfuerzo, gradúan profesionales exprés, lo que llamamos “tapa amarilla”, y no lo digo con desprecio ni sarcasmo, lo digo con tristeza e impotencia de no poder cambiar el rumbo del crimen que se le está haciendo al país al formar profesionales con poca capacidad académica y que al final lo pagamos todos, incluso los que son “beneficiados” por este exabrupto.
Mientras estos sucede en las llamadas bases de misiones, nuestras grandes universidades se están cayendo, verbigracia la UCV, patrimonio de la humanidad (UNESCO), la UDO es víctima del vandalismo, nuestros estudiantes udistas sufren día a día la decidía gubernamental, pues actualmente no cuentan ni siquiera con pupitres para sentarse a recibir clases, ante la pandemia se observaban las aulas abarrotadas de estudiantes, donde el embotellamiento académico es la norma, y graduarse de médico en 8 a 10 años es el deber cumplido.
Mientras tanto el gobierno graduando médicos en cantidades importantes, creyendo que cantidad es lo mismo que calidad. Una parte cumple con las normas establecidas para formar un médico a carta cabal (la UDO) y la otra parte lo que le interesa son los números (el gobierno), con el pensamiento fijo de que cantidad mata calidad, no les importa la preparación de ese médico mucho menos el pueblo al que va a atender.
¿Qué opina de los médicos que se van del país?
Sin duda, eso es fuga de cerebro. Nuestros profesionales mejores formados y capacitados se nos van del país y no se hace nada para detener este desangre de profesionales que le costó a Venezuela formar con dinero de todos, otrora un país rico, tanto de recursos naturales, bienes materiales y de recurso humano.
Nuestro país tiene un potencial de riquezas incalculables, que están en espera de que reiniciemos su explotación para recuperarla y salir de la presente crisis, la cual la ha agravado la situación de pandemia por el coronavirus.
Ante esta crisis Lezama extiende un llamado al gobernador del estado Justo Noguera, quien debe gerenciar mejor esta situación de crisis de salud en el estado, para que fortalezca todos los recursos que se tienen a mano y buscar un mejor asesoramiento, incorporando al plan de trabajo a las autoridades de la Universidad de Oriente, a la Escuela de Medicina, para que juntos busquen caminos que conduzcan a la incorporación de esta fuerza joven que representan los internos de pregrado de medicina, para que sean reconocidos como médicos y ejerzan y una vez terminada o aminorada la emergencia, cumplan con sus requisitos académicos pendientes, como lo mandan los estatutos de la universidad y las leyes de la República.
Oskarina Madrid
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