Ciudad de Panamá.- El 77 % de los estudiantes de Panamá desea regresar a las clases presenciales en las aulas, cerradas desde marzo de 2020 debido a la pandemia, dijo este lunes Unicef, que pidió un retorno gradual y voluntario con todas las medidas de bioseguridad por la covid-19.
«Según datos preliminares de la encuesta U-Report (https://panama.ureport.in/), 77 % de los adolescentes y jóvenes panameños quieren regresar a la escuela de forma presencial, indicó en una declaración pública este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Panamá.
Tras 16 meses con las escuelas cerradas, Panamá es el «país del mundo con mayor cantidad de días sin educación presencial o semipresencial», y la «reapertura segura, gradual, flexible y voluntaria de escuelas es un imperativo para garantizar un acceso equitativo a la educación, sin dejar a nadie atrás», afirmó el ente de las Naciones Unidas.
Desde que se detectó el primer caso de la covid-19 en marzo de 2020, Panamá cerró sus escuelas, con cerca de 900.000 estudiantes, y se imparten clases a distancia a través de plataformas, radio y televisión.
El retorno a las aulas «debe ser parte de un consenso entre los actores de la comunidad educativa, padres, docentes, estudiantes entre otros de cada centro educativo», señala Unicef.
«Actualmente, en Panamá hay 19 escuelas certificadas como ‘escuelas seguras'», de un total de más 3.150 repartidas por todo el país, «437 escuelas que brindan tutorías presenciales, se han conformado 2.659 comités de salud en las escuelas, y 60 centros de atención a la primera infancia (CAIPI) operando de forma presencial», indicó Unicef.
Las autoridades habían indicado que las escuelas aptas situadas en las zonas con menor incidencia de la covid-19 comenzarían este mes clases semipresenciales, es decir, con asistencia al aula algunos días a la semana durante varias horas.
Pero la iniciativa fue suspendida ante las denuncias de la directiva de los maestros del sector público, que sostienen que la gran mayoría de los centros educativos carecen o cuentan con un muy precario servicio de agua, y que apenas está comenzando la vacunación del personal docente.
Y así como grupos de padres se han manifestado pidiendo las clases presenciales, otros han expresado su temor a que los niños y jóvenes queden expuestos al virus en el transporte público por ejemplo, por lo que están reacios a enviarlos a los colegios.
Unicef reiteró su apoyo a las organizaciones, autoridades educativas y de salud en el proceso de reapertura, así como empatizó con «la preocupación de padres y docentes», por lo que se comprometió a «buscar soluciones de manera participativa para el retorno y garantizar el derecho a la educación de los miles de niños que no gozan de ella».
EFE
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