Exdiputados de Venezuela elegidos en 2015 designaron a Dinorah Figuera, exiliada en España, al frente a la nueva junta directiva del Parlamento paralelo que mantienen por no reconocer la legitimidad del Legislativo actual, controlado por el chavismo.
Durante una reunión virtual, los exparlamentarios aprobaron el nombramiento de Figuera, como sustituta de Juan Guaidó, que lideró el llamado «Gobierno interino» al que la mayoría de los opositores pusieron fin el pasado 30 de diciembre.
Este Parlamento paralelo, sin ningún poder real dentro de Venezuela, tendrá en su junta directiva a la abogada Marianela Fernández como primera vicepresidenta y a la sindicalista Auristela Vásquez como segunda vicepresidenta.
Responsabilidad y humildad
Tras ser juramentada, Figuera expresó que asume la presidencia con «responsabilidad» y «mucha humildad», y que uno de los primeros retos será el de «afianzar la lucha por rescatar, inicialmente, la unidad»
Además, «construir un camino que apoye todas las medidas necesarias para poder tener unas elecciones libres, democráticas, transparentes y creíbles».
«Todos los que están aquí, inclusive los que no están de acuerdo con esta designación, tenemos que apostarle a la unidad, (…) estamos trabajando y defendiendo a los venezolanos frente a una dura dictadura, la dictadura de (el presidente) Nicolás Maduro», dijo.
Elección «no unánime»
La nueva junta directiva para el período 2023-2024, no todos estuvieron de acuerdo, al no contar con el voto del partido Voluntad Popular, liderada por Leopoldo López y donde Guaidó ha hecho buena parte de su carrera.
La dirigente de VP Sonia Medina criticó que se haya designado a una persona en el exilio, ya que la «lucha de los venezolanos es en el terreno, es en Venezuela», por lo que consideró que se está haciendo «una concesión a la dictadura» y «dejando solo» al pueblo.
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