Madrid.- La falta de medicamentos contra el VIH en Venezuela ha provocado una «diáspora forzada» de personas con el virus y un estimado de 5.000 muertos en lo que va de año, denuncia Tamara Adrián, diputada trans de la Asamblea Nacional.
En una entrevista con Efe durante los eventos de la semana del Orgullo 2019 en Madrid, la legisladora alertó de que en su país no hay un plan de salud sexual, por lo que no hay condones ni antirretrovirales, lo que obliga a huir del país a portadores del virus, que afecta sobre todo a hombres homosexuales y mujeres transexuales.
«La epidemia de VIH es similar a la que había en los 80, en crecimiento, pero peor todavía son las muertes por sida. El VIH hoy en día no produce la muerte de nadie en un país desarrollado, pero en Venezuela no hay antirretrovirales desde hace tres o cuatro años», expuso.
En Venezuela se calcula que hay 84.000 personas diagnosticadas con el virus y cerca de 8.000 han emigrado en los últimos años, principalmente a otras naciones latinoamericanas, informó la ONU en enero.
Adrián pidió a los organismos internacionales donar medicamentos a su país, pues afirmó que no pueden acceder a los fondos porque hay organizaciones que todavía la consideran como una economía de ingreso medio alto.
«Enfermarse en Venezuela es sinónimo de una posibilidad de muerte. Entonces eso pasa a quienes viven cualquier enfermedad crónica y personas LGBT, particularmente hombres y mujeres trans», insistió.
Adrián, primera diputada transexual de América Latina, también aseveró que las minorías sexuales y las mujeres son víctimas de trata de personas y de trabajo sexual forzado en su intento de escapar del territorio, pues se han detectado casos en Perú, Ecuador, México y República Dominicana.
Además, criticó a los gobiernos que ahora piden visas humanitarias a los exiliados venezolanos, como Perú y Chile, porque agravan la situación de los refugiados, en especial de las personas trans, quienes son «doblemente indocumentadas» por falta de identificaciones que reflejen su correcta identidad de género.
«Toda crisis afecta desproporcionadamente a poblaciones vulnerables. Entonces una crisis como la que estamos viviendo en Venezuela, definida como una emergencia humanitaria compleja, afecta a adultos mayores, niños, mujeres y la comunidad LGBT», subrayó.
Tamara Adrián es una de las fundadoras de Voluntad Popular, partido al que pertenecen destacados opositores del Gobierno de Nicolás Maduro como Leopoldo López y Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como mandatario encargado de Venezuela por más de 50 países.
La legisladora afirmó que su partido es el único que reconoce en su manifiesto fundacional la lucha por los derechos de las minorías sexuales, una postura que comparte Guaidó, quien mostró en Twitter su apoyo a la diversidad sexual el 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGBT.
Reconoció que ha sido «rudo» luchar por las libertades democráticas y sexuales en Venezuela, porque la crisis no ha permitido consolidar el movimiento LGBT, pero que el partido tiene como lema «todos los derechos para todas las personas».
«Estamos conscientes de que, en primer lugar, solo cuando lleguemos a democracia podremos tener derechos. O sea, en dictadura hemos visto que ya no podemos tener ningún derecho. Y no podemos legislar», manifestó.
La política caraqueña señaló que el éxodo venezolano ha desmantelado a las ONG que trabajan en temas de sexualidad porque quedan pocos líderes jóvenes en el país.
Acusó a los líderes religiosos fundamentalistas de quedarse «calladitos» ante la crisis por estar conformes con la falta de salud sexual, de métodos anticonceptivos, de aborto legal y de derechos LGBT.
«Una de las características que ha tenido el régimen chavista y madurista es que, a diferencia de lo que ha ocurrido en el resto de América Latina, ellos se afichan de izquierda, pero en definitiva actúan como las más recalcitrantes derechas», apuntó.
EFE
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