Madrid, España. El 90 % de casos de covid-19 se han registrado en las ciudades, un dato que plantea repensar las urbes, con nuevas estrategias de planificación, diseño urbano y gobernanza en consonancia con las regiones y los gobiernos centrales, son las ideas que enmarcan la celebración este sábado del Día Mundial de las Ciudades.
Pero también el reverdecimiento de las urbes, porque el diseño de las ciudades post-covid va a ser un diseño barrial, donde las zonas verdes y de esparcimiento deben jugar un papel central, y el espacio público como creador de la noción de lo local, de identidad y de la vida colectiva.
Son las estrategias que deben desarrollar las ciudades para lograr ser sostenibles, según el director del Área de Conocimiento e Innovación del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, más conocido como ONU-Habitat, Eduardo Moreno, quien coordina el informe sobre el estado de las ciudades que se presenta este sábado en Nakuru (Kenia), coincidiendo con la séptima edición del Día Mundial.
Moreno, también director de la oficina de México y Cuba de ONU-Hábitat, explica en entrevista con la Agencia EFE que la pandemia ha obligado a «repensar las ciudades y replantear las necesidades» como espacios, donde actualmente vive el 55 % de la población mundial.
Sostiene que en los próximos meses presentará un estudio de 1.500 ciudades y la pandemia, «un problema que se ha presentado entre el 90-95 % de ciudades y solo se ha logrado superar la crisis sanitaria en las urbes que respondieron a una buena relación entre gobierno local y gubernamental».
Subraya la importancia de tener una visión de desarrollo local «desde el punto de vista de la salud, con el medio ambiente de fondo».
De ahí, la necesidad de reverdecer las ciudades porque «antes del covid las zonas verdes se consideraban zonas de protección, mientras que ahora se contemplan como zonas protectoras, zonas de equilibrio para las personas», sostiene.
«LA SALUD PÚBLICA IRRUMPIRÁ EN EL DISEÑO DE LA CIUDAD»
Tras la pandemia, «la salud pública va a irrumpir en el diseño de las ciudades».
Un estudio sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de ONU-Hábitat, reveló que «entre un 80-82 % de ciudades del mundo respira aire contaminado, lo que representa entre 2.800 y 3.000 millones de personas en el mundo».
Mejorar y ampliar las zonas verdes tiene «beneficios a corto plazo para mejorar la calidad de vida y la salud de las personas», asegura Moreno, pero también a largo plazo para luchar contra el cambio climático, que es «una amenaza como la pandemia, a la que no estamos dando las respuestas adecuadas», explica.
Moreno indica que solo entre el 5 y el 7 % de la financiación a la adaptación al cambio climático va para las ciudades, «lo que significa que se necesita una gobernanza mundial».
«UN ALCALDE PROYECTA LA SOCIEDAD QUE QUIERE»
Las ciudades deben ser espacios pensados para las personas, dice, sin embargo, «por cada niño que nace en el mundo, se fabrican dos vehículos», eso demuestra el «interés asociado a los vehículos», asegura y añade que entre «el 50-60 % de presupuestos para infraestructuras siguen vinculados al automóvli. Es una lucha contra los intereses creados y el confort propio».
El responsable de ONU-Habitat subraya que la privatización de los espacios dificulta la transformación de la ciudad, como ha sucedido en Madrid, donde en los últimos veinte años, «el espacio público creció entre «un 2 y 3 % mientras que en otras ciudades del mundo llegó a crecer hasta un 20 %, lo que significa que los intereses privados prevalecieron sobre los públicos».
Sin embargo, alaba el rediseño de las grandes manzanas de Barcelona, lo que permitirá volver a «la vida de barrio contenida» y la de las ecociudades como Pontevedra o Vitoria.
Los cambios están directamente relacionados con la gobernanza, con el liderazgo local, dice, porque «un alcalde tiene la capacidad de proyectar la ciudad pero también la sociedad que quiere, crear consensos y vender ese modelo de ciudad a otros sectores políticos y financieros».
«TOKIO NUNCA PERDIÓ LA VISIÓN DE BARRIO»
Las ciudades sostenibles están basadas en tres ejes fundamentales: las que crean más bienes públicos, porque «las tendencias a la privatización o a la separación de funciones llevan siempre a una fragmentación que es poco próspera».
Además, las ciudades más prósperas «se integran y conectan con su región y están en las regiones más prósperas. De ahí, la importancia de crear formas de conectividad y repensar la ciudad», y, por último, integrar de «forma clara» lo rural y lo urbano.
Moreno prefiere mencionar a las mejores ciudades por los elementos comunes que les han permitido ser más sostenibles, como las nórdicas, pero también Tokio, que a pesar de ser la urbe más grande del mundo, «nunca perdió la visión de barrio».
Y resalta las transformaciones que están llevando a cabo ciudades como Bogotá, Kigali (Ruanda) o Shanghai (China). Sin olvidar la ciudad estado de Singapur.
EFE noticias
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