París, Francia. Si hasta ahora el camino en Roland Garros del serbio Novak Djokovic y del español Rafa Nadal era paralelo, en octavos los dos principales favoritos para la victoria final dejaron sensaciones diferentes, aunque ambos avanzaron a cuartos.
El serbio tuvo que remontar dos sets en contra para mantener su jerarquía mientras que el español mantuvo su rumbo firme y alcanzó una fase a partir de la cual nunca antes ha perdido en Roland Garros.
El cuadro femenino sufrió otra baja de peso, la estadounidense Sofia Kenin, la favorita número 4, la de mayor rango que todavía sobrevivía en el torneo, claudicó.
Durante un momento pareció que también iba a hacerlo el número 1 del mundo, maltratado por un italiano de 19 años, Lorenzo Musetti, 76 del ránking, que con el descaro de la juventud le ganó los dos primeros sets del torneo, antes de dejar escapar los dos siguientes y abandonar cuando el tercero parecía inalcanzable: 6-7(7), 6-7(2), 6-1, 6-0 y 4-0.
Djokovic tiró de galones y experiencia ante un rival que durante más de dos horas le trató de igual a igual, un tenista que en su primera incursión en un Grand Slam se permitió tutear al serbio, que persigue su segundo título en París y su 19 en total.
Le faltó fuerzas a la joven estrella italiana, que podrá presumir de haber puesto contra las cuerdas al número 1 del mundo.
Entre el serbio y las semifinales aparece otro italiano, Matteo Berrettini, clasificado sin jugar por la retirada del suizo Roger Federer.
El número 9 del mundo, finalista del reciente Masters 1.000 de Madrid, solo ha afrontado una vez al serbio, en la Copa de Maestros de 2019, con triunfo en dos sets para Djokovic.
NADAL VA «A MÁS»
Nadal no dio tanto carrete a su rival, otro italiano de 19 años, Jannik Sinner, más rodado en la alta competición que Musetti, que intentó inquietar al español, pero se encontró con una reacción severa.
El marcador, 7-5, 6-3 y 6-0, refleja que el transalpino fue de más a menos y oculta que dispuso de un servicio a favor para anotarse el primer set, y que en el segundo también creó problemas a Nadal.
Fue la tercera derrota que le propinó en otros tantos encuentros, el primero jugado el año pasado en el mismo escenario en cuartos de final y el segundo esta misma temporada en Roma.
El español reconoció esos errores de concentración, pero valoró haberlos solucionado a tiempo y avisó: «el nivel ha sido alto y va a más».
Nadal encadena ya 35 sets victoriosos en París, a tres de su mejor racha, lograda entre 2016 y 2018 y a seis del récord, que logró entre 1979 y 1981 el sueco Bjorn Borg.
Su siguiente escollo será el argentino Diego Schwartman, al que ha ganado en 10 de los once duelos, él último en las semifinales del año pasado. La única victoria del argentino fue en cuartos de final del torneo de Roma de 2020.
El favorito número 10, de 28 años, se clasificó para cuartos por tercera vez tras derrotar al alemán Jan-Lennard Struff, 7-6(9), 6-4 y 7-5 y ha enderezado la irregular gira de tierra batida que venía firmando.
París fue de nuevo un torneo feliz para el último argentino superviviente en el cuadro individual, que vuelve a toparse con Nadal, uno de sus mayores verdugos.
El cuadro femenino prosiguió la escabechina de favoritas. Kenin, finalista de la pasada edición, siguió el camino de la australiana Ashleigh Barty, la japonesa Naomi Osaka y la bielorrusa Aryna Sabalenka, las tres que le preceden en el ránking, y cayó, 6-1 y 6-3, ante la griega Maria Sakkarim, de 25 años, 18 del mundo, que jugará los primeros cuartos de su vida.
Su rival será la estadounidense Coco Gauff, de 17 años, 25 del mundo, también neófita en esas alturas de un grande, que derrotó a la tunecina Ons Jabeur, 6-3 y 6-1.
EFE noticias
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