Toda la situación que se ha creado en torno al territorio Esequibo, donde Venezuela como nación exige la devolución del también conocido como “territorio en reclamación”; ha traído a la palestra diferentes hechos históricos y también algunas situaciones actuales muy lamentables.
En esta ocasión, la atención se enfoca en el papel jugado por el general Domingo Antonio Sifontes a quien el municipio donde es capital Tumeremo debe su nombre. El también conocido como “llanero intelectual”; quizá sin saberlo fue el bastión que evitó que en la actualidad toda la extensión de terreno desde Upata, El Callao, Guasipati, El Palmar y Tumeremo pertenecieran actualmente a la “zona en reclamación.
Pues fue el 2 de enero de 1895, cuando ocurrió en el sector “Piedra escrita” el llamado “incidente del Cuyuní”, donde una pequeña tropa bajo el mando de Sifontes pero comandada en ese momento por su segundo al mando el capitán Andrés Avelino Domínguez; hizo retroceder a una tropa de policías ingleses encabezada por el inspector Douglas Barnes, quienes habían pasado a la margen izquierda del río Cuyuní (territorio venezolano) y plantado bandera británica.
“El general Sifontes fue quien oficializó el nombre de la población de El Dorado, para este pueblo tiene un recuerdo muy importante y lo llevamos en el corazón como un hombre luchador, por su valor heroico en la lucha contra el invasor inglés”; señaló en su momento el historiador Tomás Rafael Yépez quien fuera cronista del municipio Sifontes.
El también llamado como “el terror de los ingleses” aunque nació en Cantaura, estado Anzoátegui, tuvo un gran arraigo en Tumeremo donde finalmente murió el 9 de enero de 1912, siendo sepultado en la vecina población de El Callao.
No fue sino hasta el 9 de enero del año 2009 (97 años después), que a través de las gestiones de la ex alcaldesa de Sifontes Marlene Vargas conjuntamente con fuerzas vivas locales, se logró la ubicación de la tumba del héroe; siendo exhumados para ser trasladados y nuevamente inhumados con los honores militares merecidos en el cementerio municipal de Tumeremo. En ese momento fue declarado como héroe municipal por la cámara municipal de Sifontes.
Años de olvido
Luego de todos los actos en honor a la llegada de los restos del general Sifontes, no fue sino hasta el año 2015 cuando el ministro de Defensa G/J Vladimir Padrino y el alto mando militar se apersonaran en el lugar para en un sencillo acto presentar sus respetos a quien evitó que el imperio británico tomara como suyo el rico territorio minero donde hoy se encuentra El Callao.
En ese acto el mismo ministro Padrino López se comprometió en que se iniciasen los trabajos para un mausoleo que reflejara la gloria militar del “terror de los ingleses”; promesa que quedó en el aire, pues en la actualidad el lugar se cae a pedazos sin que nadie haga nada al respecto.
“Es que ni con todo el tema del Esequibo nadie ha tomado en cuenta el papel jugado por el general Sifontes”, explicó Carlos García quien como varios tumeremenses espera que de verdad se reconozca el papel histórico que tuvo el prócer venezolano.
Otras denuncias se refieren a presuntos rituales de santería en el lugar, lo cual denotaría una mayor gravedad de la situación.
Hasta el momento de la redacción, “el Esequibo es nuestro” es uno de los lemas más escuchados, pero la gloria militar lograda por el general Sifontes y el capitán Domínguez corre el peligro de desaparecer en medio del descuido de las instituciones de gobierno.
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