Ciudad Guayana.-La supuesta escasez de combustible creó todo un negocio que comienza desde el que se adueña de la cola, pasando por efectivos de la Guardia Nacional y por último, aquellos que ordenan el avance de los vehículos.
El gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera, en reiteradas oportunidades ha salido en ruedas de prensas, videos y redes sociales, declarando que pondrán detrás de las rejas aquellos que tienen “chanchullos” en las colas, también amenaza con remolcar carros que se estacionan cerca de las estaciones de servicios, igual los que hacen listas, sin embargo, ni una cosa, ni la otra.
Pareciera que el control de la ciudad se escapó de las manos del referido gobernante y solo domina la anarquía, es lo que apuntan lugareños.
“La gente sigue parándose cerca de las bombas y esperan la señal para meterse de primero que nosotros, que estamos más de 24 horas esperando por unos 40 litros de gasolina”, apuntó Carlos Fermín.
No es mentira la situación, lo vive a diario el plomero, el electricista, el ingeniero, el médico, el abogado, el periodista, entre otros. La prioridad es para los que tienen poder adquisitivo, a los que les cuesta ganarse unos diez dólares se les hace imposible pagar un litro de combustible.
La persona trabajadora, responsable y con valores, llegan a la cola y pasan el tiempo conversando, echando chistes, e incluso jugando una partidita de domino.
Todo se hace costumbre
El día sábado 20, los surtidores cerraron a las doce del mediodía, muchas vehículos se quedaron sin gasolina, inclusive autobuses del transporte público, ya un pasaje está en tres mil bolívares.
El transporte público, surte en la Base Aérea Luis Apolinar Méndez de Puerto Ordaz. Son más de 400 vehículos, entre autobuses y camionetas que cubren las distintas rutas de San Félix y Puerto Ordaz que se ubican por la “calle del hambre”.
“El Gobierno ha querido tapar su incapacidad y desastre que tiene escondiendo los autos para que nadie se dé cuenta del desastre que hay en Ciudad Guayana. También del contrabando de gasolina hacia la parte Sur del estado Bolívar”, denunció un local.
Pedro González dice que la escasez de gasolina ya no es una novedad para el que vive el día a día en diferentes surtidores de la ciudad, “cada quien pasa su tiempo en una cola como si no pasara nada. Mientras tanto, los días avanzan y la situación empeora. Echan chistes, uno lleva café, otro una botellita, hasta duermen en los carros, ya es una cosa normal, nos acostumbramos a vivir de esta manera”.
Bladimir Martínez Ladera
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!