El candidato presidencial, Edmundo González Urrutia, se reunió con los trabajadores de los diferentes sectores de Ciudad Guayana en la Plaza Chipia, ubicada de Los Olivos, donde recibió las peticiones sobre los problemas que enfrentan este sector y las propuestas para solucionarlos.
Representantes de empresas emblemáticas como Sidor, Ferrominera, Alcasa y Briqven, presentaron documentos donde indican las deficiencias que tiene cada trabajador de las mencionadas entidades.
Asimismo, los sectores de la educación media general y universitaria, salud, jubilados y pensionados expresaron las dificultades que padecen en su día a día y la poca ayuda que reciben de las instituciones regionales.
También, estuvieron presentes personas con discapacidades para expresarle a González, la situación de estos individuos en el Estado junto con las pocas oportunidades laborales que estos obtienen.
«Esta plaza huele a triunfo, estoy acá para asumir juntos el compromiso de cambiar a Venezuela, el próximo 28 de julio está llamado a marcar él antes y un después en la historia de la patria, ese será el día cuando la voluntad de cada uno de los millones de venezolanos hará que nuevamente brille la luz de la esperanza», dijo el candidato tras escuchar a cada intervención de los sectores.
González señala la «destrucción» de Guayana
Del mismo modo, señaló que han transcurrido «años duros» donde ha visto «destruirse» uno de «los proyectos más extraordinarios» en la historia de Venezuela.
Por esto, aseguró que el «desarrollo de Guayana» se concretará nuevamente y recuperará la rentabilidad que la entidad poseía anteriormente.
«Basta de una Guayana olvidada, de pillaje y saqueó como han querido convertirla, basta ya de trabajadores maltratados; el cambio que viene son ustedes los trabajadores y haremos de esta tierra una zona altamente industrializada», afirmó.
González declaró que tras asumir la presidencia de Venezuela trabajara para acabar con las «persecuciones» de los trabajadores y revocar el memorándum 2792, así como el instructivo Onapre, que la clase obrera del país califica como una «condición de esclavitud».
Finalizó, exhortando que el compromiso de triunfo «es de todos» además de dejar el mensaje de que «Guayana será grande otra vez».
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