Whasington.-Alex Saab Morán, a quien se señala de ser testaferro de Nicolás Maduro, además de ocultar dinero y oro que habría robado el gobierno en Venezuela, según las autoridades, tendría información crucial sobre supuestos acuerdos secretos entre Maduro con Irán, Turquía y hasta con Rusia que afectarían directamente la seguridad de los Estados Unidos y de la región.

Así lo señala un informe del periódico El Tiempo, donde aseguraron, por información de altas fuentes federales de Estados Unidos, que por la importancia que adquirió Saab para ese país, se enviaron dos buques de guerra a la isla africana para hacer monitoreo a las comunicaciones de esa nación y evitar la injerencia de naciones como Irán, que puedan conllevar a su huida.

De hecho, en el artículo citan un reporte del diario estadounidense New York Times en el que se informó que el crucero lanzamisiles San Jacinto estuvo en Cabo Verde en una misión militar para evitar la huida de Saab.

«El buque de guerra San Jacinto ya fue movido de esas coordenadas. Pero puedo confirmar que llegó otro crucero a reemplazarlo y en este momento se está acercando uno más desde el Atlántico Norte», le manifestó la fuente federal a El Tiempo.

A estos navíos, según el periódico colombiano, se suma el apoyo de dos países europeos, amigos de Estados Unidos, que también vienen vigilando la zona desde cuando fue capturado Saab.

«Uno de esos países tiene en aguas cercanas una nave destinada a monitorear comunicaciones. Al igual que los cruceros nuestros, tienen satélites y tecnología», aseguró la fuente federal.

De hecho, el monitoreo permitió la detección de un avión iraní al que le negaron el permiso de permanencia en el país africano. La aeronave supuestamente tenía la misión de llevar a Saab hacia Venezuela, plan que se frustró.

En El Tiempo agregaron que las autoridades federales de Estados Unidos también buscan con estas movidas militares prevenir que un escuadrón llegue a Cabo Verde a extraer o asesinar al colombiano por la información que posee.

El lío judicial del colombiano

Saab, de ascendencia libanesa, quien nació en Barranquilla (norte de Colombia) y que también se nacionalizó como venezolano, está detenido en Cabo Verde desde junio de 2020 luego de que la aeronave en la que viajaba hacia Irán tuviera que aterrizar en ese país por combustible.

Según el artículo de El Tiempo, el colombiano fue enviado al país persa para negociar gasolina, alimentos y medicinas para atender las necesidades del gobierno de Maduro derivadas de la pandemia del nuevo coronavirus sars-cov-2 y por el bloqueo de Estados Unidos a Venezuela.

Sin embargo, como Saab tiene una circular roja de Interpol para que responda por varios delitos en Estados Unidos y Colombia, entre ellos el de lavado de activos, fue capturado en Cabo Verde, donde permanece en una celda de 2 metros cuadrados.

Desde entonces el gobierno de Nicolás Maduro ha hecho todo tipo de maniobras diplomáticas y judiciales para proteger al barranquillero. La más reciente fue la de su nombramiento como embajador plenipotenciario de Venezuela en África, con lo que buscan que Saab obtenga inmunidad diplomática.

Según el artículo de El Tiempo, el gobierno de Maduro solicitó a Cabo Verde, por los días en que había arribado el avión iraní, que a Saab se le autorizara pasar las festividades de fin de año con su familia en un gesto humanitario o que se le otorgara la detención domiciliaria que ordenó el Tribunal de Justicia de África Occidental.

Es tal la importancia del colombiano para Maduro que incluso le tiene un equipo de abogados, entre los que se encuentra el exjuez español Baltasar Garzón, que están trabajando para que se dé su libertad. Ellos argumentan que se vencieron los términos en el proceso que lleva la justicia de Cabo Verde, sin que se haya definido la situación del colombiano, pese a que también es un diplomático con inmunidad.

El Tiempo también informó que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, tiene conocimiento de que el caso de Saab se mueve entre lo judicial y lo militar, y de la inusitada importancia estratégica y geopolítica del colombiano, por lo que seguiría en la misma línea de acción judicial para que se extradite a Saab, incluso con aplicando mayor presión sobre el país africano.

Alex Saab habría iniciado su relación con el régimen de Venezuela desde el 2004, cuando comenzó a conseguir contrataciones millonarias con ese gobierno en negocios de construcción de vivienda en ese país, y en una época en la que los empresarios colombianos tuvieron que dejar de hacer exportaciones por los posibles incumplimientos del gobierno venezolano.

 

Agencia

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