Estados Unidos liberó a casi 3.000 migrantes que estaban a la espera de su deportación. Las personas figuraban en una lista con datos confidenciales de más de 6.000 solicitantes de asilo que se filtró de forma accidental a finales del año pasado.
Funcionarios del gobierno de Joe Biden, citados el jueves por el diario Los Angeles Times, dijeron que los ciudadanos podrán seguir sus casos dentro del país.
El pasado 28 de noviembre, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas difundió en Internet por error un documento con las identidades, edades y nacionalidades, entre otros datos, de 6.252 inmigrantes. En ese momento estaban bajo su custodia y aseguraban sufrir torturas y persecución en sus países de origen.
Riesgo de muerte
Tras conocerse el incidente, los abogados de los inmigrantes advirtieron que la información revelada podía originar represalias contra sus clientes por parte de los individuos, pandillas o gobiernos de los que huyen, y los ponía en riesgo de muerte.
Las regulaciones federales prohíben que se revele, sin aprobación del Departamento de Seguridad Nacional, información personal de los solicitantes de asilo u otras protecciones migratorias.
Unos 100 solicitantes de asilo afectados por la publicación de sus datos fueron deportados por ICE el año pasado. La agencia dijo que está dispuesta a ayudar a estos migrantes a regresar a Estados Unidos y solicitar el asilo político.
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