La inteligencia artificial se ha convertido en un recurso muy popular y demandado en los últimos años a nivel doméstico y profesional, pero no muchos están conscientes del impacto que puede tener en el medio ambiente, debido al tremendo consumo de energía que sus servidores requieren para funcionar de forma precisa, para los miles de usuarios que la usan en el día a día.
Para hacernos una idea, una consulta con ChatGPT puede consumir hasta tres veces más energía que una consulta hecha en Google. Para entrenar su modelo GPT 3 se requirieron más de 70.000 kilowatts por hora para la recopilación, procesamiento y análisis de datos para alimentar los algoritmos.
Entrenar un solo modelo de IA puede equivaler al gasto energético de 100 hogares estadounidenses en un año, y esto puede seguir aumentando conforme el algoritmo se vuelve más avanzado.
Se estima que todos los centros de procesamiento de datos alrededor del mundo consumen un 1 o 1.5 por ciento de la energía global, de acuerdo con la International Energy Agency.
Y con la popularidad de la IA en aumento, se estima que NVIDIA podría enviar hasta 1.5 millones de servidores por año a partir del 2027, según cuenta Scientific American.
Más allá de la energía eléctrica
La preocupación medioambiental por la IA también se extiende al consumo de agua que se usa para refrigerar los servidores de la IA, pues investigadores de las universidades de Arlington y Riverside estimaron que la fase de entrenamiento de GPT 3 en uno de los centros de Microsoft requirió de 700.000 litros de agua limpia. Mientras, los centros de datos de Google consumieron 12,700 millones de litros de agua en refrigeración la de sus equipos.
Y si nos vamos hacia las emisiones de dióxido de carbono provenientes de las centrales de procesamiento, tenemos que el entrenamiento de GPT 3 llego a generar 502 toneladas de emisiones de carbono en 2021.
Por una inteligencia más ambientalmente inteligente
Actualmente, las empresas le están dando mayor importancia al nivel de consumo de sus operaciones y están buscando alternativas renovables para alimentar los servidores de datos, mejorar el rendimiento de sus recursos e incluso utilizar la misma A para optimizar el consumo.
Actualmente, las grandes compañías como Google, Amazon y Microsoft están impulsando proyectos para emplear únicamente energía sustentable y volverse negativos en carbono en los últimos años.
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