Desde el martes 27 de agosto hasta el jueves 27, estuvimos reunidos los miembros de las Comisiones Diocesanas, en la Parroquia Jesús Nazareno, en un ambiente de oración y de profunda hermandad bajo la guía de nuestro Obispo Helizandro Terán y del Vicario de Pastoral Padre Luis Gaytán, con el objetivo de planificar y programar, todas nuestras actividades pastorales que desarrollaremos el próximo año, y que de acuerdo a los lineamiento del edad, estarán enmarcadas entre el 24 de noviembre del año 2019 al 24 de noviembre del 2020, por ser el 24 de noviembre, la fecha en que se funda la Diócesis de Ciudad Guayana.
Así que son varios los acontecimientos que celebraremos dentro del venidero año litúrgico, para darle mayor identidad a nuestra Iglesia local, tal como lo ha venido planteando Monseñor Helizandro. El marco de esta celebración serán los cuarenta años de la fundación de la Diócesis, y dentro de este, está también el relanzamiento del Proceso de Evangelización, que el próximo 19 de octubre cumple 23 años. Porque, las vivencias y la madurez alcanzada en estos años, nos permiten ver en este refrescamiento, el poder llevar a la práctica, los enunciados teológicos que muchas veces parecieran muy lejanos.
Por eso es que, el relanzamiento del Proceso Evangelizador, que ha llamado, el Acontecimiento Redentor, como la Semana de la Fraternidad es muy significativo. Ya que, la Comisión teológica Internacional, instituida por Su Santidad el Papa Juan Pablo II en 1992, enuncia: “que la doctrina de la redención se refiere a lo que Dios ha realizado por nosotros en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, a saber, la remoción de los obstáculos que se interponían entre Dios y nosotros, y el ofrecimiento que nos hace de participar en la vida de Dios”.
Y que es “la semana de la fraternidad”, es llevar a la práctica, nuestro compromiso de vivir como discípulos de nuestro Señor JESUCRISTO, que adquirimos en nuestro bautizo. Salir a la búsqueda de nuestros vecinos, para formar una pequeña comunidad cristiana en el sector donde vivimos, para conocernos, y para compartir nuestras alegrías, y nuestros problemas, de tal manera que todos podamos sentirnos hermanos e hijos del Padre DIOS. Esta relación filial con DIOS, nos lleva a preocuparnos por las necesidades materiales y espirituales de nuestros iguales y así damos cumplimiento al mandato de Nuestro Señor: “que se amen, unos a otros, como yo los he amado” (Jn15,12).
Por eso es que “la semana de la fraternidad” o “el acontecimiento Redentor”, nos lleva a conocer en nuestro sector, a todos aquellos que comparte nuestra fe y también a los que no la comparten. Y ese conocimiento nos llevará no solo a saber de su existencia, sino que nos animará a formar con ellos una comunidad fraterna donde pongamos todo en común al estilo de las primeras comunidades cristianas, tal como lo relata el texto 2,42-47, del libro de los Hechos de los Apóstoles. Y es esto el gran Acontecimiento Redentor, que todos aspiramos vivir.
Por Luis Ramón Perdomo Torres
Twitter: @lurapeto
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