Roma.-El director argentino Alejo Pérez regresó a la Ópera de Roma tras un periodo de poca actividad por la pandemia y tomará la batuta para juntar «dos mundos» distintos, el de Richard Wagner y la profundidad de Dmitri Shostakovich.
Se trata del tercer y último concierto sinfónico que la Ópera romana ofrece en el interior del Teatro Constanzi desde que se permitiera la vuelta de los espectáculos a finales de abril.
Y es que el próximo 15 de junio se inaugurará la temporada de verano, que tendrá lugar al aire libre en el Circo Máximo.
El maestro argentino, ya conocido en Roma, volverá a dirigir la orquesta romana ante un público de quinientas personas, pues el aforo ha sido reducido para respetar la normativa anticontagios.
Interpretará, según explica a Efe, «dos mundos» distintos: el de la obertura de «Rienzi», ópera de juventud de Wagner en la que ya se percibe su estilo de madurez, y la Quinta sinfonía en Re menos de Shostakovich, en la que «cada nota tiene una voluntad de expresión muy íntima» para evitar la censura soviética.
Para el director argentino es «una sensación especial» retomar la música en vivo pues, aunque en estos largos meses de pandemia ha podido trabajar algo, «la maquinaria se detuvo casi por completo», explicó.
Pero ahora vive con «gran felicidad» el regreso de los teatros y del público porque la música es ante todo «una experiencia social, no algo meramente estético», alega.
La Ópera de Roma subió el telón el pasado 28 de abril y desde entonces ha ofrecido tres conciertos sinfónicos, y dos de ellos, los que preceden al de hoy de Pérez, colgaron el cartel de «entradas agotadas».
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