Houston, Estados Unidos. El bateador designado cubano Jorge Soler pegó jonrón bueno para tres carreras y encendió la pólvora de los Bravos de Atlanta, que se acreditaron el título de la Serie Mundial de las Grandes Ligas al blanquear por 7-0 a los Astros de Houston.
Los Bravos lograron el Clásico de Otoño con números de 4-2 al mejor de siete y pusieron final a la espera de 26 años sin ganarlo.
Atlanta, el equipo de 88 victorias en temporada regular, ahora es campeón de la Serie Mundial por cuarta vez en la historia de la franquicia y sólo por segunda ocasión desde que se mudó a Atlanta en 1966, el último lo habían ganado en 1995.
Los Bravos son campeones de la Serie Mundial no sólo porque Soler literalmente noqueó al estadio y silenció a los seguidores de los Astros con su gigantesco tiro de tres carreras, sino también porque el gerente general Alex Anthopoulos adquirió al cubano y a varios otros jugadores de impacto previos a la fecha límite de intercambio del 30 de julio.
Los Bravos ganaron el título porque su abridor Max Fried estuvo sensacional en la final, con seis entradas en blanco en las que permitió cuatro imparables sin pases libres y seis ponches.
También fueron claves el primera base Freddie Freeman y el campocorto Dansby Swanson, que sumaron carreras importantes.
Freeman lo hizo con un doble remolcador en el quinto y un último jonrón antes de la agencia libre en el séptimo, Swanson con un disparo de cuatro esquinas de dos carreras en la quinta entrada.
La noche de coronación de los Bravos se definirá por el «antes» y el «después» del jonrón gigante de Soler, (la proyección de Statcast de 136 metros no le hace justicia), ya que evocó recuerdos del cuadrangular más famoso del futuro miembro del Salón de la Fama, el dominicano Albert Pujols, en el mismo campo durante la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en el 2005.
Antes del jonrón de Soler, los Astros todavía tenían la posibilidad de sus remontadas en octubre, y esta vez con la búsqueda del segundo título de la Serie Mundial en cinco años.
Antes del cuadrangular, los Bravos todavía llevaban el histórico peso de todos esos equipos de Atlanta a los que les arrancaron el título, especialmente después de la forma en que el Quinto Partido se les había escapado.
Pero después del jonrón de Soler, cambió totalmente el ritmo de juego. Los Astros todavía estaban involucrados y comprometidos, pero el toletero cubano obligó a Houston a ingresar a su bullpen agonizante desde muy temprano.
Soler (3) se encargó de encender la pólvora al pegar batazo de cuatro esquinas en el tercer episodio llevando a dos corredores en los senderos.
El cubano encontró los lanzamientos del abridor venezolano, el novato Luis García, en la parte alta del tercer episodio y mandó la pelota a 136 metros sobre la barda del jardín izquierdo.
Con su cuadrangular, Soler llevó a la registradora al segunda base curazoleño Ozzie Albies y al guardabosques puertorriqueño Eddie Rosario, cuando García buscaba el tercer out del episodio.
Soler pegó una vez en tres viajes a la caja de bateo y terminó con tres remolcadas y dos anotadas.
En la quinta entrada Swanson (2) también se voló la barda llevando a un corredor en el camino al cazar la serpentina del relevo dominicano Cristian Javier.
Mientras que en el séptimo episodio Freeman (2) botó la pelota del campo solitario contra el trabajo del relevo Ryne Stanek.
Rosario viajó a cuatro citas con el lanzador, no tuvo contacto con la bola y anotó una vez.
Albies tuvo tres oportunidades con el tolete, pegó dos veces y llegó dos veces a la timbradora, con los cuadrangulares de Soler y de Swanson.
Desde el montículo la victoria se la acreditó Fried (1-1) en seis episodios, al permitir cuatro imparables y ponchar a seis bateadores de los Astros.
La batería de los Astros pegó seis imparables, pero ninguno de ellos fue productor.
El guardabosques Michael Brantley conectó dos incogibles. Mientras que el segunda base venezolano José Altuve conectó una vez en cuatro viajes a la caja de bateo.
El parador en corto puertorriqueño Carlos Correa, que pudo haber jugado su último partido con los Astros, y Álvarez tuvieron los mismos números que Altuve.
El receptor puertorriqueño Martín Maldonado estuvo con un imparable en dos citas con el lanzador.
La derrota la cargó García (0-2) en dos entradas y dos tercios, al aceptar castigo de dos imparables, jonrón y tres carreras, dio una base y ponchó a tres.
El equipo que ganó el título de los Bravos en 1995 tuvo un botín de miembros del Salón de la Fama, el manager Bobby Cox, el antesalista novato Chipper Jones y la gran rotación de Greg Maddux, Tom Glavine y John Smoltz.
Este equipo de 2021 tuvo que hacer las cosas de manera un poco diferente al tener que superar todo tipo de lesiones y adversidades, que al final les fueron compensadas en plenitud con su nuevo título de campeones del Clásico de Otoño y poner fin a la espera de 26 años.
EFE noticias
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