Ciudad Guayana.-Este pueblo cuenta con una gran tradición histórica y cultural en la que destacan varios personajes que desde su fundación comenzaron hacer vida en sus calles, formando parte de la historia los cuales son recordados con cariño por sus simpáticas ocurrencias.

Algunos personajes de El Callao

Coloraito

Su nombre de pila era Ignacio Fericelli, hermano de Pedro Fericelli, el dentista de los años 50, padre de los hermanos Fericelli.

Coloraito, era el típico personaje que en las fiestas decembrinas sonaba su cañón con carburo fabricado por él mismo, pero, algunas veces quedaba atrapado en el humo de sus propias detonaciones.

Este personaje fue payaso, profeta y amaestrador de perros, solía asustar a los niños mostrándoles sus planchas postizas (dentaduras).

Cierta vez fue asociado con otro personaje llamado “Montecito” y fabricación de lámparas de carburos que en aquella época eran muy utilizadas por los mineros, salieron a negociarlas, pero no vendieron ninguna.

He aquí el ingenio, se buscaban a varias personas y las mandaron a comprar lámparas de carburo, inmediatamente se presentó la demanda por parte de los comerciantes y uno de los más avispados se las compró todas valoradas a 0.75 céntimos.

Al final se reveló la trampa en sus tiempos de profeta y por poco lo ajustician por embaucador. Este personaje también era políglota.

El Zungo

Este se vestía siempre de paltó levita y manejaba un carro de mano utilizado para botar los perros muertos en la calle; cobraba 0.50 céntimos por hacer ese trabajo, pero, si por alguna razón no le pagaban, al día siguiente conseguías el perro en el mismo sitio y te cobraba el doble por adelantado para volverlo a botar.

Si le preguntabas ¿Por cuánto me botas esa basura? Él respondía en su hablar muy pausado “Por real y medio” si le regateabas el precio automáticamente te doblaba el precio diciendo “ahora son tres reales” y así seguía aumentando mientras le estuvieran regateando.

Los días sábados frecuentaba los prostíbulos con su acostumbrado paltó-levita y con una extravagante fragancia a “Tabú o Rabo de Cochino”.

El Inocente

Para esa época no existía ASICON (Asistencia Comunitaria) y las pompas fúnebres las pagaban los ricos, pero, este personaje llamado “El Inocente” era quien se encargaba de trasladar a los muertos en la cabeza desde el hospital hasta el cementerio.

Inocente, era de contextura gruesa y de hablar cantarino, cobraba cierta cantidad de dinero por este traslado, se caracterizaba por comer y beber en exceso y utilizaba media lata de leche de media libra para tomar agua.

Efraín Bonalde

Músico de pura cepa, ejecutaba el violín y el clarinete, acompañaba con sus marchas fúnebres en las despedidas de ciertos difuntos.

Fue el fundador de uno de los primeros grupos musicales llamados “La Sonora del Callao” y se encargaba de amenizar las recordadas retretas musicales en la Plaza Bolívar todos los domingos después de las seis de la tarde; lo acompañaban Enrique Silva en el cuatro, Terio Yanes en el trombón, Sixto Yánez con la batería y Blas Morillo en el saxo.

Según comenta su hijo José Bonalde (El Cojúo) cuando se proyectaban las películas salientes en el Cine Ayacucho, los fondos musicales los tocaba Efraín.

Boen

Este personaje de El Callao siempre ha sido muy bien recordado, ya que entretenía al poblado callaoense con su acordeón, dejando su recuerdo plasmado en la época de los años 50, debido a que recorría el pueblo llevando su contagiosa música y su sobretodo su gracia.

Otros personajes que fueron icónicos en El Callao son el Señor Narciso Fernández quien era el encargado de vender el pescado “Lau Lau” todos los fines de semana.  Baba Salada, hasta sus hijos añoran hoy en día ese filete de baba.

Pero el más emblemático de estos es “El Monito” quien a cualquier hora del día o de la noche dejaba escuchar su grito “¡Que Calooooooor!” este personaje bautizó a El Callao como “El pueblo de los fenómenos”, esto por los casos inverosímiles que pasaban y que aún continúan pasando.

Quilico

Conocido como el padre de la mentira, porque, según él, cruzo el rio Yuruari en una torta de casabe

Víctor Sutherland

Este personaje fue conocido como “Concha de Vulgaridad”, ya que en unas fiestas patronales jugó béisbol a las 10 de la mañana, a las 3 de la tarde participó en un magnifico juego de futbol y a las 9 de la noche subió al ring de boxeo y le propinó un Nocaut a su oponente.

Con esto se quiere dejar en constancia que El Callao no es solo calipso, oro y futbol, también existe una serie de elementos y personajes que bien vale la pena recordar.

En boxeo podemos mencionar a Luis “Miura” Monagas, “El Chicho” Odremán, Ponciano Sánchez y José Valor.

En ciclismo, “Frescavena” fue arrollado en la vía Upata en plena competencia, el popular “Cinco Bolos”, Carlos Farrera y por qué no, a “Roncon” Grillet quien siempre finalizaba las carreras en el hospital por asfixia.

Este últimamente se autodenominó como “Equilibrista” ya que en dos oportunidades hubo que bajarlo de las barandas del Estadio Héctor Thomas.

Este estadio debe su nombre al callaoense Héctor Thomas debido a su performance como atleta corredor de los cien metros planos, gloria de El Callao.

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