EFE
Washington.- El déficit de Estados Unidos en el comercio internacional de bienes y servicios bajó un 2,1 % en abril a 50.791 millones de dólares, informó este jueves el Gobierno estadounidense, mientras el presidente Donald Trump continúa sus disputas comerciales con varios países.
En los cuatro primeros meses de este año el saldo negativo en la balanza comercial de EE.UU. llegó a 205.400 millones de dólares, comparado con los 201.327 millones de dólares del mismo periodo de 2018.
En abril las exportaciones alcanzaron un valor de 206.800 millones de dólares, esto es un 2,2 % menos que en el mes anterior, y las importaciones tuvieron un valor de 257.600 millones de dólares, lo que supuso una disminución del 2,2 %.
Los datos del Departamento de Comercio mostraron que el déficit en el comercio de bienes con la Unión Europea (UE) se redujo en abril en 1.000 millones de dólares y quedó en 15.100 millones de dólares.
El déficit con China subió ese mismo mes 2.100 millones de dólares a un total de 29.400 millones de dólares, mientras que la balanza comercial negativa con México bajó de 9.505 millones de dólares en marzo a 8.167 millones de dólares en abril.
El déficit con Canadá descendió en 900 millones de dólares y quedó en 1.800 millones de dólares.
Las ventas al exterior de aviones comerciales por parte de Estados Unidos se redujeron en 2.300 millones de dólares; mientras que las de vehículos, motores y repuestos bajaron en 800 millones dólares y las de bienes de consumo disminuyeron 600 millones de dólares.
En cuanto a las compras de bienes en el exterior, en conjunto disminuyeron en 5.400 millones de dólares a 208.700 millones en el mes de abril.
La reducción del déficit comercial fue uno de los temas centrales en la campaña presidencial de Trump en 2016. Durante su primer año en la Casa Blanca, el saldo negativo del comercio internacional de EE.UU. sumó 550.123 millones de dólares y creció a 627.679 millones de dólares en 2018.
Su Gobierno ha recurrido a la imposición de aranceles o la amenaza de ellos a algunos de sus principales socios comerciales, como la UE y países como China, México, Canadá, Japón y Brasil, para forzar la negociación de nuevos términos de intercambio con la idea de que esto fortalecerá la creación de empleos en Estados Unidos.
En el caso de México, Trump anunció la semana pasada que impondrá aranceles del 5 % a todos los productos procedentes del país vecino a partir del próximo lunes, 10 de junio, como castigo por el incremento del flujo de inmigrantes que cruzan la frontera.
Los aranceles subirán cinco puntos porcentuales cada mes hasta alcanzar el 25 % en octubre si Trump no percibe esfuerzos suficientes de México para frenar la oleada de inmigrantes.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se encuentra esta semana en Washington negociando para evitar la imposición de esos gravámenes.
Este jueves está previsto que continúen las conversaciones y se espera que Ebrard se reúna con «el equipo del secretario de Estado» de EE.UU., Mike Pompeo.
Por otro lado, esta semana el Departamento de Comercio estadounidense informó de un plan para fomentar la localización y extracción de minerales raros, con el objetivo de reducir la dependencia de fuentes extranjeras como Rusia o China, país que domina este mercado a nivel global.
Las tensiones comerciales con Pekín se han recrudecido después de que Washington incrementara a comienzos del mes pasado los aranceles para varias importaciones chinas de más de 5.000 productos, valoradas en unos 200.000 millones de dólares, del 10 % al 25 %.
Como represalia a las medidas anunciadas por Trump, China anunció la imposición un gravamen del 25 % a bienes importados del país por valor de 60.000 millones de dólares.
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