El director de cine Chris Columbus, recordó en una entrevista con «Business Insider» que durante la filmación de la película «Mi pobre angelito 2», el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, impuso una condición para filmar una escena en uno de sus hoteles.
Columbus accedió a la petición de Trump, y aunque la aparición de Trump en la película fue breve, el público reaccionó positivamente al verlo interactuar con Kevin McCallister, el personaje interpretado por Macaulay Culkin.
«Mi pobre angelito»: un éxito rotundo
Hace 33 años, el 21 de diciembre de 1990, se estrenó «Mi pobre angelito».
La película narra la aventura de Kevin McCallister, un niño de ocho años, se queda solo en casa la noche de Navidad después de que su familia emprende un viaje a París y lo olvida accidentalmente.
Mientras está solo en casa, dos ladrones intentan saquear su hogar.
Kevin, intrépido, se convierte en testigo de los intentos de los ladrones y los impide.
La película fue un éxito rotundo, recaudando 476 millones 684 mil 675 dólares en todo el mundo hasta su último día en taquilla.
Este éxito permitió a Columbus llevar a cabo el rodaje de una segunda parte, en la que el personaje de Culkin vuelve a pasar una Navidad en solitario, pero esta vez en Nueva York.
Columbus tuvo la idea de grabar en la recepción del The Plaza Hotel, uno de los más emblemáticos de la ciudad de Nueva York, pero no quedó en sus manos la aparición de Trump en la película.
La petición de Trump
De acuerdo con Chris Columbus, cuando quería filmar en una locación, la producción se acercaba con los responsables del recinto y les solicitaba un permiso, por el cual debían pagar una tarifa, y comenzar con el trabajo.
De ese mismo modo, se acercó a Trump, a quien le perteneció el hotel de 1988 a 1992, para hacer esta misma petición.
Aunque el político aceptó y puso una cifra sobre la mesa, también condicionó a Columbus, al pedirle que lo convirtiera en uno de los personajes de su película.
La reacción del público
Chris Columbus accedió a la petición de Trump para seguir con la visión que tenía de la película en la cabeza.
Sin embargo, cuando la cinta fue proyectada a un grupo de espectadores, antes de que esta se estrenase en cines, temió recibir una reacción negativa de la audiencia, ya que aunque en ese momento el empresario aún no tenía pretensiones políticas, ya se había ganado la enemistad de gran parte de la sociedad.
Pero, para su sorpresa, ocurrió todo lo contrario, pues cuando los espectadores vieron la escena en «Mi pobre Angelito 2», donde intercambia diálogos con Culkin, estos estallaron de la emoción.
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