Panamá, Panamá. Dos décadas después de bajarse del ring, el excampeón mundial Roberto «Manos de Piedra» Durán y su fulminante recta derecha siguen causando furor. Decenas de aficionados tratan a diario de aprender a noquear como lo hacía la leyenda viva del boxeo latinoamericano en un gimnasio de Panamá convertido en santuario.
«¡Recta, recta, gancho, recta, upper!», les grita un fornido y adusto entrenador a un puñado de sudorosos jóvenes, la mayoría mujeres, que se afanan por golpear con precisión varios sacos colgados del techo de este gimnasio de aire retro, ubicado en un anodino edificio del centro bancario de la capital panameña.
De ellas cuelgan guantes y calzones viejos; fotografías de enfrentamientos míticos entre Durán y su eterno rival y amigo, el estadounidense «Sugar» Ray Leonard; descoloridos anuncios de combates o portadas ochenteras de importantes revistas como Sport Illustrated.
«Es un gimnasio-museo en honor a mi papá. La idea es que la gente sienta que está entrenando en la casa del boxeador más grande de Latinoamérica», dijo a Efe Robin Durán, copropietario del «Panama Knock Out» y uno de los nueve hijos del legendario boxeador.
«Manos de Piedra» Durán, de 68 años, pertenece a una generación de púgiles que para muchos fanáticos será irrepetible. Junto con «Sugar» Ray, Marvin Hagler y Thomas Hearns formaron los Cuatro Reyes que reinaron en las divisiones de peso welter y mediano del boxeo durante gran parte de los años 80.
«Es un hombre que vino de la nada, que limpiaba zapatos de niño, y que lo fue todo en el boxeo», agregó su hijo.
Un entrenamiento con historia
El gimnasio, cuyo lema es «Tú también puedes» ser como Durán, combina técnicas modernas con la metodología que llevó al panameño a convertirse en el mejor peso ligero de su época y a ganar cuatro campeonatos mundiales de boxeo.
Con música a todo volumen, el entrenamiento compagina a lo largo de una hora sesiones de cardio con los artilugios típicos del boxeo: comba, punching ball, saco y paos, entre otros.
«El estilo de un boxeador latinoamericano es muy distinto al de un europeo, hay más movimiento de pies. Durán era muy fajador (peleón), muy aguerrido, siempre estaba encima de su rival», explicó a Efe Giovanni Dorati, el otro dueño del centro.
Venezolana entrena con “El Cholo”
La academia lleva más de una década abierta, pero desde hace unos años ha visto incrementar considerablemente sus clientes debido al auge que está experimentando el boxeo como deporte en el mundo y al hecho de que ya no se percibe como un ejercicio agresivo y violento.
Los expertos señalan que practicarlo acelera la pérdida de peso, mejora la resistencia física y la salud cardiovascular, incrementa la masa ósea, tonifica los músculos y libera estrés, entre otros beneficios.
El éxito de la academia es especialmente notable entre el público femenino. Los dueños de «Panama Knock Out» calculan que el 80 % de sus clientes son mujeres.
La venezolana Corina Anyelo practicó boxeo durante casi cinco años en Caracas y cuando se mudó a Panamá no dudó en retomarlo: «Es el mejor deporte para estar en forma y entrenar aquí tiene mucha magia, cualquier latinoamericano sabe quién es El Cholo».
«Las mujeres se han dado cuenta de que puedan pegar igual que los hombres», añadió Durán hijo, quien confesó que le han tenido que pedir a su célebre padre que no vaya con tanta frecuencia al gimnasio porque «alborota» las clases y «distrae» a los alumnos.
«Es el representante por excelencia de Panamá, son los puños de esta nación y todo el mundo quiere hacerse fotos con él», se justificó su socio Dorati.
EFE
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