Buenos Aires.- La agitación política que se vive en varios países de Suramérica se coló este martes en la campaña para las presidenciales del próximo domingo en Argentina, con el oficialismo que denuncia un «huracán bolivariano» con fines de desestabilización y la oposición que cuestiona la represión social.
La convulsión en Chile, las protestas en Ecuador y el tenso y poco claro escenario electoral en Bolivia sobrevuelan la recta final de la campaña en Argentina, que hasta ahora había estado dominada por la recesión económica que vive el país desde hace un año y medio y sus efectos sociales.
El Gobierno del presidente Mauricio Macri, quien buscará la reelección el próximo domingo y tiene estrechas relaciones con el mandatario chileno, Sebastián Piñera, apuntó al régimen del venezolano Nicolás Maduro como el «articulador» de las violentas protestas en Chile y Ecuador.
«Usted ha visto declaraciones que corren por parte de Maduro, que amenaza o presume de aires de huracán bolivariano que llegan a los distintos países de la región para afectar su institucionalidad», dijo este martes el canciller argentino, Jorge Faurie.
Según el canciller, en las protestas, a partir de inquietudes puntuales de la población, hay gente «muy profesional de la anarquía» que actúa violentamente de forma organizada con fines de desestabilización.
En declaraciones al canal TN, Faurie dijo que una muestra de esta violencia organizada se dio en la protesta de este lunes frente al consulado de Chile en Buenos Aires, donde hubo agresiones a la prensa.
Faurie afirmó que en este momento los argentinos están enfocados en las elecciones.
«El acto electoral del domingo nos va a permitir definir qué tipo de país queremos tener, si un país con libertad y donde no ejercemos la diferencia por la violencia ni la represión, y otro tipo de sociedades», dijo.
El senador Miguel Ángel Pichetto, candidato a vicepresidente de la fórmula encabezada por Macri, coincidió en que «hay un conjunto de acontecimientos que tienen indudablemente un eje, que es la desestabilización de los países de Latinoamérica».
«Parecería que hay injerencia venezolana-cubana», sostuvo el candidato en declaraciones a radio Mitre.
El principal rival electoral de Macri, el peronista Alberto Fernández, también se refirió en una entrevista a la situación en Chile al comparar el tratamiento mediático de estas protestas, en las que han muerto quince personas, con el que recibe Venezuela.
«Piensen ustedes que, en dos días de conflicto, en Chile murieron once personas y hay más de 200 detenidos. Piensen si estuviera pasando en Venezuela en el presente, ¿qué hubiera dicho la Argentina, qué hubiera dicho el mundo, qué hubiera dicho Macri?», se preguntó el candidato opositor, favorito para las elecciones del próximo domingo.
El grupo de diputados del kirchnerista Frente para la Victoria (FpV), que apoya la candidatura de Fernández y la postulación de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner a la Vicepresidencia, expresó este martes su «profundo rechazo» a lo que calificó como «represión» del Gobierno chileno durante las protestas que sacuden ese país.
«Las manifestaciones de las últimas semanas, hoy en Chile, antes en Ecuador, tienen un común denominador: el cansancio del pueblo ante las recetas económicas neoliberales que lo único que generan es más desigualdad», señaló el FpV en un comunicado.
También la situación en Bolivia se ha colado en la campaña en Argentina.
En la noche del lunes, en un acto en la norteña provincia de Jujuy, fronteriza con Bolivia, Macri arengó a los asistentes a gritar para que se escuchase en ese país la consigna «sí se puede», eslogan de su campaña con la que pretende revertir el revés electoral que el mandatario sufrió en las primarias de agosto pasado.
«Quiero que se escuche hasta Bolivia que sí se puede. Porque también en Bolivia se tienen que respetar las libertades», dijo el mandatario argentino.
Bolivia celebró el pasado domingo elecciones presidenciales y, tras un paréntesis en el recuento de votos, el resultado de los comicios aún no está definido.
El oficialismo asegura un supuesto triunfo en primera vuelta del presidente Evo Morales, que aspira a la reelección y mantuvo estrechas relaciones con el kirchnerismo, mientras que la oposición ha llamado a protestar en contra de un posible fraude para evitar una segunda ronda electoral entre Morales y Carlos Mesa.
EFE
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