Naciones Unidas.- La presión vuelve a aumentar sobre el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, después de que este lunes varios países americanos se comprometiesen a sancionar a dirigentes chavistas y de que Europa señalase como insuficiente la mesa de diálogo formada con un sector minoritario de la oposición.

Pese al estallido de nuevas crisis como la del Golfo, el mundo no se olvida de Venezuela y ello quedó claro en la apertura de la gran cita de la diplomacia internacional, que Nueva York acoge esta semana con motivo de la Asamblea General de la ONU.

Tres grandes reuniones paralelas abordaron la situación en el país latinoamericano este lunes y, aunque con matices distintos, todas subrayaron la urgencia de solucionar la crisis actual.

La más esperada de las tres era la ministerial de los países parte del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), una especie de OTAN americana que se ha recuperado tras décadas prácticamente en el olvido con el fin de presionar a Maduro.

SANCIONES A DIRIGENTES CHAVISTAS

Con una clara mayoría, los Estados del TIAR aprobaron este lunes una resolución en la que se comprometen a identificar y sancionar a personas y entidades asociadas con el Gobierno venezolano y que estén vinculadas con actividades ilícitas, corrupción o violaciones de los derechos humanos.

De los 19 países firmantes del tratado, únicamente Uruguay votó en contra, mientras que Trinidad y Tobago se abstuvo y Cuba optó por no participar en la reunión.

El texto fue respaldado por el resto, un total de 16 gobiernos entre los que hay grandes adversarios de Maduro como Estados Unidos o Colombia, pero también naciones con una postura más intermedia.

El compromiso del TIAR, que volverá a reunirse en un plazo de dos meses para estudiar otras acciones, se centra por ahora en perseguir a funcionarios y apoyos de Maduro y en congelar los activos que puedan tener en los países parte del tratado.

NADIE HABLA DE UNA VÍA MILITAR

Aunque el TIAR contempla el «empleo de la fuerza armada», esa vía ni siquiera se discutió en la reunión a puerta cerrada que mantuvieron los ministros en un hotel de Nueva York, tal y como explicó a su término el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, que presidió la cita.

Según un alto funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, interpretar la invocación del TIAR como abrir la puerta a una guerra es una postura «tonta» y totalmente alejada de la realidad.

También descartaron la vía militar los países del llamado Grupo de Lima, que se reunieron en la sede de Naciones Unidas y que se mostraron favorables a usar más «medidas económicas y políticas» contra Maduro.

EE.UU., que no forma parte del Grupo pero que estuvo representado en el encuentro, prometió por su parte que va a seguir ampliando sus castigos e hizo un llamamiento al resto de la comunidad internacional a hacer lo mismo.

El propio presidente estadounidense, Donald Trump, encabezará el miércoles otra reunión con líderes de la región para seguir insistiendo en esa línea.

EUROPA EXIGE UNA VUELTA AL DIÁLOGO

A Washington le interesa sobre todo que la Unión Europea (UE) actúe con sanciones, pues considera que ello apretaría verdaderamente al chavismo, que no tendría en el viejo continente una vía de escape a sus castigos.

Por el momento, la UE sigue teniendo esperanzas de que la crisis pueda desbloquearse en las negociaciones entre el Gobierno y la oposición que Noruega ha estado facilitando en Oslo y que ahora mismo están suspendidas.

Sin embargo, el Grupo Internacional de Contacto para Venezuela impulsado por Bruselas advirtió este lunes que la situación ya «no permite más retrasos».

Los ministros de ese grupo, formado por varios países europeos y latinoamericanos, urgieron a Maduro y al jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, a volver a sentarse a negociar y dejaron claro que el diálogo presentado por el líder venezolano junto a grupos minoritarios de la oposición «no ofrece las garantías necesarias».

LUCHA DE PODER EN NACIONES UNIDAS

Guaidó -a quien más de medio centenar de países reconocen como presidente interino- no ha viajado a Nueva York, pero ha enviado a la ciudad a una amplia delegación encabezada por su encargado de Asuntos Exteriores, Julio Borges, que ocupó la silla de Venezuela en las reuniones del Grupo de Lima y del TIAR.

Mientras, el Gobierno de Maduro es el reconocido oficialmente por Naciones Unidas y será el que intervenga en la Asamblea General.

El canciller, Jorge Arreaza, llegó este lunes para ocupar el asiento venezolano en la Cumbre del Clima y para iniciar una amplia agenda de contactos bilaterales para defender las tesis de su Gobierno.

EFE

 

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